En el marco del Día del Maestro, la comunidad educativa de Huánuco ha rendido un emotivo homenaje a Rosario Castillo Ventura, conocida cariñosamente como la profesora «Charito», por sus 35 años de servicio en la educación rural. Según los testimonios recogidos, su labor ha dejado una huella significativa en varias generaciones de estudiantes, colegas y familias.
De acuerdo con información proporcionada por la comunidad, la trayectoria de la profesora Castillo Ventura inició el 20 de junio de 1990 en la Institución Educativa Unitaria de Cancaya, ubicada en una zona rural de difícil acceso. En ese contexto, asumió simultáneamente el rol de docente y directora, enfrentando limitaciones materiales y logísticas. Según exalumnos y pobladores, su compromiso se manifestó desde el primer día, convirtiéndose en una figura clave para los niños y niñas que encontraron en ella una guía y un referente de esperanza.
Transformación del colegio “Del Gran Maestro”
Posteriormente, el 20 de agosto de 1993, la profesora Charito fue reasignada a la Institución Educativa N.° 32973 «Del Gran Maestro», situada en la comunidad de Pitumama. De acuerdo con docentes y padres de familia, en esa época el colegio contaba con apenas unas pocas aulas y carencias significativas en infraestructura y equipamiento. En respuesta a esta situación, la profesora impulsó iniciativas de mejora edilicia y fortalecimiento académico, liderando gestiones comunitarias y coordinando con autoridades locales.
Durante los 31 años que permaneció en el «Gran Maestro», su liderazgo permitió que la institución pasara de ser una escuela con infraestructura limitada a convertirse en un centro educativo con laboratorio, sala de cómputo, amplios espacios recreativos y un edificio de dos niveles. Según docentes y directivos, estas mejoras han facilitado el acceso a una educación de mayor calidad para la niñez rural.
Al culminar su trayectoria, la comunidad de Pitumama agradece a la profesora “Charito”, resaltando que su nombre quedará vinculado para siempre al desarrollo educativo de Huánuco. Su vocación y entrega seguirán siendo inspiración para futuros docentes y generaciones enteras que hoy ven en su historia un ejemplo de perseverancia y amor auténtico por la educación rural.