El presidente venezolano, Nicolás Maduro, declaró que Venezuela está lista para «tomar las armas» junto a Cuba y Nicaragua en defensa del «derecho a la paz». Estas afirmaciones se dieron durante su juramentación en el Parlamento controlado por el chavismo, donde asumió un nuevo mandato hasta 2031. Maduro también enfatizó la necesidad de una «gran alianza mundial» para combatir el «fascismo» y reforzar la soberanía nacional.
El líder venezolano aseguró que su país se prepara, junto a sus aliados estratégicos, para enfrentar cualquier amenaza. «Nos estamos preparando junto con Cuba y Nicaragua para defender el derecho a la paz», declaró, advirtiendo que la historia demuestra la relevancia de la lucha armada en momentos de crisis.
Estas declaraciones ocurren en un contexto de tensiones políticas y denuncias internacionales contra Maduro por presunto fraude electoral y violaciones a los derechos humanos. La oposición venezolana, liderada por Edmundo González Urrutia, calificó las elecciones del 28 de julio como un «golpe de Estado» y alertó sobre la consolidación del régimen chavista.
La comunidad internacional, por su parte, condena las acciones del gobierno de Maduro y mantiene sanciones, mientras crece la preocupación por la posible escalada de conflictos en la región.
