Texto y fotos: Iraldia loyola
Conocí a la maestra Chela Cardich Portal por su trabajo como maestra textil en el Arte del Telar.
El telar de cintura es su herramienta de comunicación para mantener las técnicas de nuestra cultura y el Arte Andino, enseña a niños, jóvenes y adultos para mantener vivas las tradiciones textiles de los diferentes departamentos del país.
A medida que pasaron los meses nos contactamos por la línea telefónica, ahí supe que dictaba talleres de telar de cintura en el Centro Arqueología y Antropología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos junto a Andrés Yntusca (tejedor de Chancay).
Así fueron pasando los meses, ya en el 2021 nace el proyecto especial del Diario Ahora “Huanuqueños del bicentenario”, hicimos un trabajo de hormiga, en la que tuvimos que viajar hasta zonas alejadas para ubicar a nuestros personajes que, desde sus tribunas, contribuyen a enriquecer nuestro acervo cultural, histórico, artístico, científico y mantienen vivas nuestras tradiciones.
En ese trabajo, por referencias de la virtuosa artesana y diseñadora Tita Guerra, supe que Chela Cardich era huanuqueña, nació en Lauricocha y es hija del sabio Augusto Cardich. Y así fue como iniciamos a recopilar la información sobre su trayectoria profesional.
En meses posteriores, por este proyecto también conocí en persona a Lucia Agapito Fanán heredera de una ancestral tradición textilera que se caracteriza por sus extraordinarios tejidos hechos a mano elaborados con extrema fineza, la Manta blanca ultra fina.
El Perú la reconoció tras obtener el Primer Premio en la mención Tradicional Textiles en el XXXIX ARTE MICHELL, considerado uno de los mejores concursos de arte en el Perú.
Pero ella ya era conocida desde mucho antes, por su excepcional trabajo de preservación y enseñanza para mantener viva esta tradición ancestral, nunca ha desmayado, a pesar de que han intentado restarle interés a su trabajo.
Al conversar con ella, mi sorpresa fue saber que es el único tejido a nivel mundial donde se hila fino y se crean mantas que pasan por un anillo o pueden caber en el bolsillo del pantalón.
No hay otro en el mundo donde se tejan mantas de gran calidad y extrema finura. Y no es una exageración, Lucia Agapito demostró que son únicas en un congreso internacional donde participó junto a representantes de 11 países del mundo. Quedé maravillada por esta información.
Mientras otros países exportan arte, en Huánuco tenemos trabajos únicos que no hemos sabido valorar, difundir y promocionar (esta es una deuda con nuestra cultura).
Llegué a la puerta de la casa de Lucia en mayo del 2021, me recibió amablemente y con tanta paciencia me explicó a detalle el trabajo impresionante que realizan las mujeres de esta zona.
Y a Chelita Cardich acabo de conocerla el último miércoles, día en el que ha tenido lugar un hecho trascendental para la historia de Huánuco, dos técnicas tradicionales del arte textil y dos culturas han confluido en un enriquecedor intercambio cultural.
Chela Cardich, regresó a Huánuco para conocer de cerca el trabajo de las herederas de la Manta Blanca Ultrafina de Tambogán, también vino en representación del proyecto Conceiba, una organización que genera productos a través de trabajos con la seda vegetal o fruto del Ceibo en comunidades interandinas para preservar el uso milenario de este recurso forestal.
Este proyecto pretende trabajar con el hilado por manos artesanas, en este caso la fina técnica del hilado de la mata blanca. Chela Cardich ha entregado a las manos laboriosas de las mujeres de Tambogán la fibra del Ceibo o Kapok, ellas han realizado las pruebas del hilado de la fibra.
Lucia Agapito, con sus diestras manos, ha demostrado que a pesar de que la fibra del Ceibo es muy delicada, si se puede procesar a través del hilado.
Sus socias Hilda y Bety han combinado el hilado de esta fibra con algodón blanco, lana de oveja (negra) y algodón nativo (colorado).
“Es difícil creer que esta nueva fibra sea fruto de un árbol, es una fibra suave, muy delicada, no creo que se puedan tejer mantas de ella, ya que no tiene suficiente resistencia como el algodón o lana de oveja. Si, se podría tejer a palitos y croché, con paciencia después de procesar el hilo con el hilado característico de nuestras mantas”, ha propuesto Lucia Agapito quien será una de nuestras representantes en la ExpoAmazónica 2022 con sede en Chachapoyas.
Estas muestras han sido entregadas a la maestra Chela Cardich para ser transportadas y evaluadas en la ciudad de Lima, además se entregaron las semillas del Ceibo a las artesanas para que puedan sembrar en sus tierras.
Conceiba busca iniciar una propuesta artesanal de las fibras e hilados naturales junto a mujeres Huanuqueñas.
En este día histórico, no solo se juntaron dos “Huanuqueñas del bicentenario”, si no dos maestras del arte textil que conservan la tradición de nuestros pueblos.
Esta es una primera visita en la que ambas comparten saberes y técnicas del hilado, en los próximos meses se pretende realizar talleres.
Chela Cardich estuvo acompañada de la diseñadora de modas Lourdes Chambi, investigadora del arte textil tradicional de diferentes partes del país, y de la artesana y diseñadora huanuqueña Cinthya Guerra (Tita).
Ha sido un honor compartir este día con mujeres valientes, íntegras, que han sabido mantener nuestras tradiciones, dispuestas a innovar y alcanzar nuevos retos como es el tratamiento de esta nueva fibra de seda natural.