Las ventas de Tesla caen incluso en el mercado más favorable a los vehículos eléctricos.

La electrificación del parque automotor ha sido una apuesta firme en Noruega, donde los vehículos eléctricos dominan el mercado de coches nuevos con más del 90% de las ventas. Este país escandinavo, reconocido por su avanzada conciencia ambiental y la adopción temprana de tecnologías limpias, se presenta como un escenario ideal para el éxito de empresas como Tesla. Sin embargo, las recientes cifras de ventas sugieren un panorama menos favorable para la compañía de Elon Musk en la región.

Según la investigación publicada por The New York Times, las ventas de Tesla en Noruega han experimentado un descenso superior al 12% en lo que va del año. Este declive se suma a los resultados negativos observados en otros mercados europeos clave, como Dinamarca, Francia, los Países Bajos y Suecia, durante el primer trimestre. La situación ha generado preocupación entre los analistas, quienes anticipan que esta tendencia se verá reflejada en el informe de ventas globales de la compañía.

Las expectativas de Wall Street apuntan a una disminución considerable en las entregas de Tesla a nivel mundial en comparación con el año anterior. Esta proyección refleja una serie de desafíos que enfrenta la compañía, incluyendo un creciente rechazo por parte de los consumidores a la cada vez más controvertida figura de Elon Musk y su influencia en la política estadounidense.

Geir Rognlien Elgvin, un planificador urbano de Oslo, es un ejemplo de este cambio de percepción. Adquirió su primer Tesla en 2013, poco después de su lanzamiento en Noruega, e incluso visitó la Gigafactory de baterías de la compañía en Nevada. En aquel entonces, Musk era visto principalmente como un visionario comprometido con la lucha contra el cambio climático a través de coches eléctricos y su empresa espacial, SpaceX.

Sin embargo, la deriva política de Musk hacia posturas de derecha ha disminuido el entusiasmo de Elgvin, quien también manifiesta su preocupación por la política de seguridad de datos de la compañía. Este sentir se extiende a otros consumidores que, si bien valoran la tecnología y el rendimiento de los vehículos Tesla, se sienten incómodos con la imagen pública y las declaraciones del CEO.

El mercado noruego, pese a su fuerte apuesta por los vehículos eléctricos, se está volviendo más competitivo. Nuevos modelos de otras marcas, como Volkswagen, Hyundai, y BYD, están ganando terreno al ofrecer alternativas atractivas en términos de precio, autonomía y diseño. Este aumento de la competencia, sumado a la controversia en torno a Elon Musk, podría estar contribuyendo a la disminución de las ventas de Tesla en Noruega y en otros países europeos.