Las inversiones en el año anterior a elecciones

El horizonte político peruano se torna nuevamente incierto al acercarnos a las elecciones del 2026. La presencia de 43 partidos habilitados para competir dificulta predecir un claro vencedor, pero, a pesar de esta complejidad electoral, existen factores económicos que invitan al optimismo, marcando un contraste significativo con el panorama vivido en el reciente pasado.

Según la investigación publicada por El Comercio, el contexto económico actual presenta diferencias notables en comparación al año 2021, marcado por la crisis pandémica.

Hace cinco años, el Perú se enfrentaba a un confinamiento generalizado, producto de la pandemia de COVID-19. Esta crisis sanitaria no solo se tradujo en una elevada cifra de fallecimientos, sino que también dejó una profunda cicatriz en el ánimo colectivo. La economía nacional experimentó una contracción del 11,1%, revirtiendo una tendencia de crecimiento continuo que se había mantenido durante 21 años. La inversión, tanto pública como privada, sufrió caídas significativas, con retrocesos del 15,5% y 16,5% respectivamente. Este fue el telón de fondo en el que la población acudió a las urnas en el 2021.

En contraste, las proyecciones económicas para el año 2025 son considerablemente más alentadoras. El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) estima un crecimiento del 3,2%, mientras que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) proyecta un avance del 4%. Asimismo, se espera que la inversión privada crezca un 4,1% y la inversión pública un 6,5%. Este repunte económico se sustenta, en parte, en la adjudicación de importantes proyectos por parte de Proinversión.

En los últimos dos años, Proinversión ha logrado adjudicar proyectos por un valor superior a los US$ 11,000 millones, destacando la concesión del Anillo Vial Periférico al consorcio integrado por las empresas españolas Acciona, Ferrovial y Sacyr, por un monto de US$ 3,400 millones. Para este 2025, se prevé la concesión de proyectos adicionales por US$ 8,366 millones, entre los que se encuentran la Longitudinal de la Sierra – Tramo 4, el Parque Industrial de Ancón, líneas de transmisión eléctrica y plantas de tratamiento de agua residual. Es importante recordar que la inflación anual en el 2021 alcanzó un 6,43%, superando el rango meta del BCRP, y que el tipo de cambio experimentó fuertes fluctuaciones, lo que generó incertidumbre en los mercados.

La confianza en el Perú como destino de inversión se ve reforzada por la llegada de empresas multinacionales de renombre. La china Cosco (Puerto de Chancay), la canadiense Cooke (Copeinca) y la suiza Holcim (Comacsa, Mixercon y Minera Luren) son ejemplos concretos de compañías que han apostado por el país. A corto plazo, se espera la firma de adendas a contratos de concesión por un valor adicional de US$ 9,465 millones, lo que impulsará aún más la actividad económica y la generación de empleo. Entre estos proyectos, se encuentran el ducto de gas natural de TGP, la Línea 1 del Metro de Lima, los dos terminales portuarios del Callao y el terminal de Matarani. En 2020, la tasa de desempleo urbano alcanzó un máximo histórico del 16,5%, evidenciando el impacto de la pandemia en el mercado laboral.

De cara a las elecciones del 2026, el país se encuentra en una posición más favorable que en el 2021, con perspectivas de mayor empleo y un mejor clima económico. Si bien persisten desafíos importantes, es crucial reconocer los avances logrados. Fomentar una comunicación constructiva, que destaque tanto los aspectos positivos como los problemas a resolver, resulta fundamental para el futuro del país. En este contexto, inPERU organiza viajes a Londres y Madrid para presentar la situación actual del Perú y promoverlo como un destino atractivo para la inversión.