En la era digital actual, donde la conectividad es omnipresente y la inteligencia artificial está cada vez más integrada en nuestras vidas, las noticias falsas representan un desafío persistente, especialmente en el contexto político peruano. A medida que se acerca el proceso electoral, la desinformación se convierte en una herramienta peligrosa capaz de influir en la opinión pública y socavar la confianza en las instituciones. El acceso constante a la información a través de dispositivos móviles, si bien ofrece numerosas ventajas, también facilita la propagación de noticias engañosas, lo que exige una mayor atención y medidas para contrarrestar este fenómeno.
Según la investigación publicada por El Comercio, las redes sociales se han convertido en un caldo de cultivo para la difusión de noticias falsas. Tras la decisión de Meta de eliminar la verificación de datos, un estudio realizado por Sherlock Communications reveló que el 55% de los peruanos encuestados se había topado con información falsa en las plataformas de Meta. Este dato subraya la magnitud del problema y la necesidad de abordar la desinformación de manera efectiva.
El estudio también arrojó luz sobre la credibilidad que otorgan los peruanos a las noticias que consumen en línea. Aproximadamente un tercio (33%) de los encuestados admitió haber creído en el contenido falso antes de percatarse de su inexactitud. Este hallazgo resalta la importancia de fomentar el pensamiento crítico y la verificación de fuentes entre los usuarios de redes sociales. La facilidad con la que se puede difundir información falsa en plataformas como Facebook, Instagram y WhatsApp exige una mayor responsabilidad por parte de las empresas tecnológicas y los usuarios.
Para Sherlock Communications, las redes sociales actúan como una caja de resonancia para las noticias falsas, concebidas con la intención de desinformar a la población. Esta caracterización subraya la naturaleza deliberada de la desinformación y la necesidad de identificar y desmantelar las redes que la propagan. El cambio en la política de verificación de Meta, con la adopción de las Notas de la Comunidad, un sistema similar al implementado por X (antes Twitter), plantea interrogantes sobre la eficacia de las nuevas estrategias para combatir las noticias falsas.
Leandro Cuozzo, analista de Kaspersky, señala que las noticias falsas se dividen en dos categorías principales. La primera incluye historias deliberadamente imprecisas, creadas para manipular la opinión pública o dirigir el tráfico a sitios web específicos. La segunda categoría se refiere a historias que contienen elementos reales, pero que son imprecisas en su mayor parte, y su difusión se debe a la falta de verificación. Esta clasificación ayuda a comprender las diferentes motivaciones detrás de la creación y propagación de noticias falsas.
La investigación de Sherlock Communications revela que la reacción de los peruanos ante las noticias falsas es variada. El 50% de los usuarios evita interactuar con este tipo de publicaciones, mientras que el 31% las denuncia a los moderadores de la plataforma y el 22% añade comentarios de advertencia. Un 9% contacta al usuario que difundió la información falsa buscando una rectificación. Estos datos indican que una parte importante de la población está consciente del problema y toma medidas para combatirlo.
Los titulares llamativos, el atractivo a estudios extranjeros y la búsqueda de empatía son estrategias comunes utilizadas para dar mayor alcance a las noticias falsas. Según Sherlock Communications, estas noticias suelen apelar a los sentimientos y creencias de las personas, lo que facilita su difusión, incluso si no contienen información completa o verificada. La rápida difusión en redes sociales, la falta de filtros editoriales y los algoritmos que priorizan el contenido que genera interacción contribuyen a la propagación de noticias falsas, independientemente de su veracidad.
La inteligencia artificial (IA) también ha impactado la creación de noticias falsas. Cuozzo explica que la IA permite generar elementos que hacen que una noticia falsa parezca más real, como los deepfakes, que consisten en crear videos con figuras públicas diciendo cosas que nunca dijeron. Además, el uso de bots en redes sociales acelera la difusión de la desinformación. Kaspersky revela que la mayoría de los usuarios en Perú (75%) no sabe qué es un deepfake, lo que representa un riesgo para la ciberseguridad en el país.