La realidad educativa

El reinicio de las clases presenciales cada vez se complica más. Evidentemente, el cómo se desarrolle esta tercera ola de la COVID influirá mucho en la decisión del ministro de Educación.

Hasta el momento, Serna y sus especialistas han dispuesto luz verde para que las clases se reinicien en marzo. Asimismo, se le está dando autonomía a cada institución educativa para acomodar sus horarios de acuerdo a su realidad geográfica y el número de los escolares.

Consideramos que esta es una buena decisión, puesto que ya hemos visto que desde Lima (funcionarios de escritorio) muchas veces han intentado, erróneamente, agrupar todos los centros educativos por igual, cuando no tienen la más mínima idea de la realidad en las zonas rurales.

Asimismo, permite que cada centro educativo prepare su propio plan de trabajo de acuerdo a su propia realidad, digamos, sobre la cantidad de sus alumnos que tiene, el nivel de infraestructura, si cuenta con aulas amplias y ventiladas o no, asimismo, podrán adecuar sus horarios.

La mayoría de los colegios en la zona urbana de la ciudad de Huánuco, cuentan con amplias aulas y pueden mantener el distanciamiento que exige la Norma. Estas instituciones se estima  que puedan albergar una cantidad promedio de 30 a 40 alumnos por horario. Pero esto no sucede en la gran mayoría de colegios, especialmente en las zonas rurales.

Por otro lado, las limitaciones que tienen las instituciones no se solucionarán con este plan de trabajo, se podrán identificar claramente y buscar una solución. Es ahí donde los recursos del Estado tienen que jugar un rol importante. Por ejemplo, muchos colegios solo tienen un turno de atención, ¿Se contratará a más docentes y personal para abrir un segundo turno? ¿O cómo harán los colegios que no tienen agua potable ni desagüe? ¿Qué sucede si el colegio no tiene ningún ambiente adecuado que brinde ventilación?

Definitivamente, los padres de familia, alumnos y profesores tendrán que hacer permanente trabajo para estar evaluando a sus pupilos. A como dé lugar, se debe buscar trabajo en armonía. Si esperamos que el Estado solucione todos nuestros problemas, tal vez ese momento nunca llegue. Por eso, está en nosotros tomar acciones y mostrar a nuestros hijos que si trabajamos en equipo, podemos lograr grandes cosas.