La inmunoterapia evita cirugías cruentas y tratamientos agresivos a pacientes con cáncer

La inmunoterapia emerge como una alternativa prometedora para un subconjunto específico de pacientes oncológicos con tumores sólidos localizados en estómago, recto, esófago y otros órganos. Los tratamientos convencionales, aunque efectivos, a menudo conllevan efectos secundarios significativos que impactan negativamente la calidad de vida de los pacientes, incluyendo la necesidad de cirugías radicales y terapias agresivas como la quimioterapia y la radioterapia.

Según el reportaje de The New York Times, un ensayo clínico con un fármaco inmunoterapéutico ha demostrado resultados sorprendentes en un grupo limitado de pacientes con cánceres sólidos. Este estudio abre nuevas vías para el tratamiento de tumores que tradicionalmente requieren intervenciones drásticas con secuelas importantes.

Investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, en colaboración con la farmacéutica GSK, exploraron una estrategia innovadora utilizando dostarlimab, un medicamento que desbloquea el sistema inmunitario para que ataque las células cancerosas. El enfoque se centró en un grupo de 103 pacientes, seleccionados por presentar tumores con alta probabilidad de respuesta a la inmunoterapia, representando aproximadamente el 2-3% del total de pacientes con cánceres sólidos.

Contrario a la práctica habitual en ensayos clínicos de inmunoterapia, donde se combina con los tratamientos estándar, los investigadores optaron por administrar dostarlimab como monoterapia. Esta decisión se basó en la búsqueda de una alternativa menos invasiva y con menor impacto en la calidad de vida de los pacientes, considerando las severas consecuencias asociadas a las terapias tradicionales. Es importante recordar que el desarrollo de nuevos tratamientos oncológicos sigue un proceso riguroso que incluye fases preclínicas y clínicas para garantizar su seguridad y eficacia.

Los resultados del estudio revelaron la desaparición completa de los tumores en 49 pacientes con cáncer rectal, sin recurrencia después de cinco años de seguimiento. Además, en 35 de los 54 pacientes con otros tipos de cáncer, incluyendo aquellos localizados en estómago, esófago, hígado, endometrio, tracto urinario y próstata, también se observó la remisión de la enfermedad. Estos hallazgos sugieren un potencial significativo de la inmunoterapia como tratamiento primario en subgrupos específicos de pacientes con cánceres sólidos.

La investigación continúa para identificar los biomarcadores que permitan predecir la respuesta a dostarlimab y otros fármacos inmunoterapéuticos, optimizando así la selección de pacientes y evitando tratamientos innecesarios. El camino hacia la erradicación del cáncer es largo y complejo, pero avances como este brindan esperanza y alientan a la comunidad científica a seguir explorando nuevas fronteras en la oncología.