Por: John Cuellar
LA EDUCACIÓN NO ES SINÓNIMO DE RECLUSIÓN, MENOS DE GUARDERÍA
Países como Finlandia, creen que el primer centro donde se educa el niño es la familia. Por eso lo mantienen hasta los siete años, luego tendrá que ir a la escuela. Ante tal información queda preguntarnos, ¿qué especialista “galáctico” sugirió que el niño cuanto más tierno asista a la escuela será mejor para él?
En nuestra experiencia diaria hemos lidiado con maestros que se creen amos y señores de este “planetoide”, por decirlo así. Se la pasan hablando mal del estudiante, a quien supuestamente deben educar. Se la pasan gritándole, como si el grito va a hacer que ese aprendizaje cale más –creencia más estúpida no puede haber. Se la pasan haciéndole la vida imposible. Juzgándole y condenándole, en lugar de corregirle. Marcándole, odiándole, enrostrándole un sinfín de acusaciones, en lugar de llevarle a la reflexión y, por ende, a un aprendizaje significativo, para enderezar su camino.
El error de los padres es algo parecido al de los maestros. No cultivan en el estudiante, ese amor a la escuela, al estudio, a la lectura… Pues, en su afán enfermizo de que su hijo obtenga notas superiores, problematizan y cuestionan la capacidad del estudiante, del docente y de la escuela. Con esto, lo único que logran es fomentar el miedo, el terror, el menosprecio y alejamiento de la educación. A ello hay que añadir que muchos padres desean mil veces que sus hijos estén en la escuela, mañana, tarde y, de ser posible, noche. Lo que nos lleva a concluir que no están asumiendo su rol de padres y no quieren responsabilizarse de ese hijo que vino a este mundo por alguna razón.
LA SALUD ES UN DERECHO CONSTITUCIONAL DE TODO CIUDADANO
Es lamentable oír y hasta experimentar algunas malas atenciones por parte del personal de salud, sin importar el cargo o la especialidad que desempeñan.
Nadie nos va a negar que, cuando aguardábamos junto a algún paciente, oíamos gritos al aire de uno(a) que otro(a) despistado(a) que laboraba en un hospital: “¿Para eso abren las piernas? Ahora aguántense”, “Espere hasta el final, ya pasó su turno. No me importa que no haya nadie, debo llamar hasta el último paciente y cuando le vuelve a tocar recién entra”, “¡La cita solo se saca los martes y los jueves de 6 a 7 de la mañana!”.
Tiempo atrás, también fuimos partícipes de una mala atención administrativa, por no portar un papelito para una atención. La pobre mujer tuvo que ir al lugar de procedencia –una posta médica– a pedir el documento, y le dijeron que ya lo habían enviado al hospital, retornó al hospital y nuevamente le aclararon que ellos no tenían el papel, que sin ello era imposible su atención. ¿Un simple papel nos puede volver inhumanos?
Hace poco, no vamos a decir si en una entidad pública o privada, un médico regañaba a unas madres que se habían acercado a su consultorio para pedir un adicional. Les decía que por culpa de ellas no podía ir ni siquiera al “baño”, que por qué no llamaban por el teléfono para pedir una cita. Una de las madres le dijo que su hijo estaba mal y que por el teléfono solo había cita para la otra semana. ¿Y por qué no entrar por emergencia?, simple: la madre no tenía para pagar su pasaje ida y vuelta al hospital central.
EL SERVICIO DE TRÁNSITO ES UN DERECHO PAGADO
¿No le ha tocado recorrer la ciudad entre baches, atolladeros, grietas, desniveles y terrenos ariscos, como si estuviésemos en un pueblo donde a nadie le importa el bienestar de los demás? Y para colmo de males, paraderos en casi todas las esquinas de casi todas las calles. No estamos en contra de los paraderos, sino en contra de una desorganización total, del caos, de la contaminación visual, auditiva, del estrés.
Un conductor hace poco nos decía que ellos pagaban por circular por las calles de Huánuco, y que nadie se preocupaba por cómo estaban, pues ello acortaba la vida de los vehículos e incomodaba tanto a los conductores como a los pasajeros. Y para nuestra sorpresa nos dijo: “¡No hay una sola calle de Huánuco que esté bien! ¡Lo peor es que hay calles que hace veinte años que nadie las arregla! ¡Si no me creen, miren el pasaje Dos Aguas y las primeras cuadras de Huallayco, Dos de Mayo…!”
SI NO VAN A SERVIR, MEJOR QUE SE VAYAN A SU CASA
Tanto en educación, como en salud, así como en las municipalidades y los gobiernos regionales, necesitamos gente que mejore nuestras condiciones de vida y no que las empeore debido a su negligencia o a su maltrato. Porque, a decir verdad, y sin importar cómo llegaron ahí, ellos están para servir, para trabajar, para solucionar, para justificar su sueldo, para demostrar que sí merecen estar en esa posición. No para ser un motivo más de queja, de fastidio, de incomodidad… Y si no están para eso, mejor que se vayan a su casa.
OTRO SÍ: El Colegio La Divina Misericordia sigue esperando el pronunciamiento del Gobierno Regional, de la Municipalidad de Huánuco y de la Dirección Regional de Educación por haber logrado en Primaria un 54,4% en Matemática y un 83,8% en Lectura, en la última Evaluación Censal de Estudiantes (ECE). Creemos que así como se premia a los deportistas, debería premiarse a quienes hicieron posible dicho logro. Tal y como se exige el cumplimiento de ciertas directrices, hay que ser hidalgos en reconocer dichos logros. A no ser que piensen que los logros privados en materia de Educación poco o nada importan. Servido, y buen provecho.
Huánuco, 19 de abril de 2016