La agricultura, una prioridad olvidada

El sector agrícola ha estado siempre olvidado, ácido objeto de uso y abuso de las autoridades de turno, de ofrecimientos incumplidos, pues muchos en campaña ofrecieron construir desde reservorios de agua y sistemas de regadío, hasta plantas de transformación y carreteras. Tristemente, las anteriores autoridades solo se han burlado de la población y han depredado el presupuesto.
Curiosamente, durante las diferentes campañas políticas, se prometieron también reservorios y locales de acopio para la producción de papa, pero estas promesas raramente se cumplen.
La Dirección Regional de Agricultura pocos resultados sostenibles ha obtenido. Todo se basa en supuestos proyectos de cultivo, que terminan siendo un gran robo y que a la larga el agricultor nunca se termina beneficiando. Eso ha pasado en las últimas décadas, tanto con Picón, Alba y ni que decir con el prófugo Juan Alvarado y Erasmo Fernández.
Por otro lado, el actual gobernador Antonio Pulgar ha ofrecido una revolución agrícola para la región, y hace poco ha entregado fertilizantes y herramientas para los agricultores de Huánuco, Pachitea, Kishki, 2 de Mayo, Productiva, Lata y, en el futuro, provincias lejanas como Huacaybamba y Leoncio Prado.
Se podría decir que ha iniciado con pie derecho, ahora esperamos que presente una estrategia y plan de trabajo para los próximos años. Si es que hablamos de una revolución agrícola regional, ésta debe de hacerse planificada y articuladamente.
Sin ir muy lejos, se tiene a la región San Martín, cuya agricultura ha sufrido cambios muy positivos en las últimas dos décadas y donde verdaderamente se ha beneficiado al mismo protagonista, el campesino.
Si realmente deseamos una revolución, el campesino tradicional debe cambiar sus sistemas de trabajo y para ello mucha sensibilización se debe de hacer.
Por supuesto, para consolidar la industria agrícola se debe mejorar la eficiencia de las tierras en la producción y el comercio de productos agrícolas.
Asimismo, el gobierno debe invertir en investigación y desarrollo agrícola, en colaboración con instituciones internacionales y nacionales, para mejorar la eficiencia en el uso de los recursos.