Denesy palacios Jiménez
Los momentos que vive el país exigen de todos los hombres y mujeres peruanos un compromiso que signifique defender nuestra patria desde el sitio donde nos encontremos. Nuestra vida republicana está plagada de desavenencias, desuniones, entreguismo a empresas foráneas, solo por la voracidad de ciertos gobiernos de turno; sin contemplar como siguen saqueando nuestras riquezas naturales, y los únicos que salen a defender y ofrendan su vida por este territorio que llamamos patria peruana, son los grupos olvidados del pueblo en estos 198 años de vida republicana.
Sin duda, lo más alentador que hemos podido escuchar es un mensaje presidencial, que nos habla de que hay la necesidad de adelantar las elecciones, ante el clamor del pueblo ¡Señor presidente cierre el Congreso¡
Y es que no es casual, los peruanos estamos hastiados de estos señores y señoras legisladoras. Han perdido todo tipo de credibilidad y el pueblo peruano no se siente representado en ellos, muy por el contrario, nos han demostrado que les importa un carajo las demandas del pueblo y creen que el poder que les concedimos a través de un proceso electoral, es para su beneficio personal o grupal.
Hoy, vemos que al igual que los vladivideos sirvieron para desenmascarar la corrupción y compra y venta de tránsfugas y vende patria del congreso, la salida de PPK de la presidencia, que el pueblo lo eligió pensando en el mal menor, ha servido para que el fervor del pueblo cifre sus esperanzas de luchar contra la corrupción y las desatenciones del Estado vividas por décadas.
Al actual presidente, le exigimos que no nos defraude como lo hicieron: Toledo con su marcha de los cuatro suyos, a la cual los peruanos respaldamos o la gran mayoría, para traer abajo toda la maquinaria orquestada en contra del Perú y los peruanos, prueba de ello es la constitución de 1993 cuyos artículos 60, 62 y 63, están en contra de alcanzar objetivos sociales, como nos lo dice el constitucionalista Francisco Eguiguren: “que si bien se tiene que ofrecer garantías a los inversionistas, hay razones excepcionales y de fuerza mayor que obligan a modificar los contratos. «Por razones de justicia, equidad, de emergencia económica puede encontrarse excepciones», comentó. Precisamente el actual contexto es una excepción, pues mientras las compañías mineras incrementan sus utilidades en más de 300 %, la pobreza alcanza en promedio al 70 % de los departamentos mineros (Pasco, Cusco, Huancavelica, Áncash, Cajamarca). El constitucionalista opina que es exagerado afirmar que se requieren los convenios de estabilidad para atraer la inversión y mantenerla. «La inversión busca reglas claras pero no necesariamente ese tipo de reglas».
O como lo hizo Ollanta Humala con su nacionalismo, que ni bien se sentó en el poder cambió su hoja de ruta, los peruanos estamos hartos de soportar a tantos vende patria.
Ahora vemos a los congresistas atacando al presidente por haber destapado la olla que hervía y se derramaba de blindaje político, prueba de ello es la Comisión de Ética, que suspendió a Kenyi, Bocangel y Ramírez, y a Lezcano, porque se oponían a los intereses del grupo naranja de Keiko (aunque debieron ser separados ante las pruebas evidentes); han blindado a Becerril, Mamani, Ponce, Vilcatoma, Del Castillo, etc. etc. A pesar de tener denuncias que debían ser sancionadas con 120 días, como hicieron con Lezcano, pero no lo hicieron, porque están más preocupados en blindarse, y creen que para eso están en el poder, que la inmunidad debe ser impunidad, y que el clientelaje se consigue con chantaje en esa comisión. A parte de ello, no presentan un nivel de ideas, porque gozan de una precaria preparación educativa, lo que los hace vendibles y arribistas, pues para nada defienden lo nuestro, lo peruano, y hace que no tengamos esperanzas de que gente de esta catadura lleven la reforma política que demanda el país, entonces que se vayan.
Levantemos nuestra voz, unamos nuestras manos, que nuestros corazones se sientan henchidos de patriotismo para defender nuestro territorio con sus recursos, nuestra nación, nuestra cultura milenaria; tenemos la esperanza de tener una auténtica república de peruanos que amamos a nuestra patria a partir de este bicentenario.