El exministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini Montes, ha rechazado la posibilidad de ser nombrado embajador de Perú ante el Vaticano y ha denunciado que las acusaciones en su contra responden a represalias por las reformas que implementó en el programa social Qali Warma. En una audiencia judicial reciente, Demartini defendió su trayectoria y aseguró que su prioridad es esclarecer su situación legal en el país.
La periodista Mariana Quilca Catacora, en un informe para Infobae, detalló el desarrollo del caso y la audiencia de impedimento de salida del país llevada a cabo el 4 de marzo. La Fiscalía ha solicitado esta medida contra Demartini tras vincularlo a presuntos actos de negociación incompatible y obstrucción a la justicia en relación con el programa de alimentación escolar, actualmente denominado Wasi Mikuna.
El exministro negó haber solicitado el cargo diplomático en Roma y reiteró su compromiso con la transparencia. «El tema de embajador, señor magistrado. Yo no he pedido, no voy a pedir, y tengo yo una prioridad, señor magistrado: que estos casos se resuelvan. Que salga la verdad», afirmó en la audiencia.
Demartini y su defensa ante la justicia
El Ministerio Público fundamentó su solicitud de impedimento de salida en declaraciones del presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, quien señaló que, pese a las investigaciones en curso, Demartini podría ser enviado como embajador al Vaticano. Sin embargo, el exministro negó que esta haya sido una iniciativa suya y expresó su preocupación por la manera en que se le está vinculando a hechos de corrupción.
«Uno no llega a ser ministro para estar involucrado en hechos de este tipo», enfatizó. Además, sostuvo que su gestión en Qali Warma generó conflictos con grupos de interés, lo que habría motivado las denuncias en su contra. «Desde que he ejercido como ministro, he hecho cambios en el programa para modificar el modelo. Son estas cosas las que me están llevando a esta situación, porque estoy chocando con muchos intereses», denunció.
Por su parte, su abogado calificó como «excesiva» la medida solicitada por la Fiscalía y defendió la honorabilidad de su cliente.
Las acusaciones en su contra
El 25 de febrero, la Fiscalía solicitó nueve meses de impedimento de salida contra Demartini, alegando que habría favorecido a la empresa Productos Gambrinus Werner Riepl Wahl en la adjudicación de contratos para la distribución de alimentos en Qali Warma.
Además, enfrenta otra investigación por obstrucción a la justicia, tras la denuncia de Noemí Alvarado, una de las primeras personas en revelar presuntas irregularidades en Qali Warma. Según su testimonio, fue contactada por Carlos Guillén, quien le habría ofrecido cargos en el Estado a cambio de involucrar a otras personas en su denuncia.
El nombre de Guillén ha cobrado relevancia en las investigaciones debido a su presunta cercanía con la presidenta Dina Boluarte y su hermano Nicanor Boluarte. Un informe de Canal N reveló que varios familiares de Guillén obtuvieron contratos con el Estado, incluyendo adjudicaciones en Qali Warma cuando Boluarte era ministra de Desarrollo e Inclusión Social.
Aunque Demartini admitió haberse reunido con Guillén, restó importancia a dichos encuentros.
Contexto político y repercusiones
El caso ha generado un amplio debate sobre la transparencia en los programas sociales y el uso político de los nombramientos diplomáticos. La posible designación de Demartini en el Vaticano generó críticas de la oposición, quienes señalaron que el Gobierno estaría buscando proteger a exfuncionarios cuestionados otorgándoles cargos en el extranjero.
A su vez, la controversia ha puesto nuevamente en el ojo público la gestión de Dina Boluarte, ya que los presuntos actos de corrupción en Qali Warma habrían ocurrido cuando ella era ministra del sector.
El impacto de las reformas en Qali Warma
Durante su gestión, Demartini impulsó cambios en el modelo de Qali Warma, los cuales, según su versión, afectaron a ciertos grupos de interés vinculados con la provisión de alimentos para el programa. Sus reformas generaron resistencias dentro del mismo Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, lo que, según él, ha motivado las acusaciones en su contra.
Sin embargo, diversos expertos han cuestionado las medidas adoptadas por Demartini, señalando que la ejecución de contratos en Qali Warma ha estado marcada por denuncias de irregularidades y posibles favoritismos.
En este sentido, el caso de intoxicación alimentaria en Puno, donde decenas de niños resultaron afectados tras consumir productos suministrados por Frigoinca, sigue siendo una de las principales preocupaciones en torno a la gestión del programa.
¿Qué sigue para Demartini?
Mientras la Fiscalía avanza en las investigaciones, el Poder Judicial deberá determinar si concede el impedimento de salida del país contra Demartini. Su defensa insiste en que no existe riesgo de fuga y que su cliente se encuentra plenamente dispuesto a colaborar con la justicia.
Por el momento, Demartini continúa trabajando en el sector público tras haber firmado un contrato con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, lo que, según su versión, es una prueba de su compromiso con el país.
Sin embargo, las acusaciones en su contra y su supuesta cercanía con actores involucrados en la trama de Qali Warma han dejado su imagen pública severamente golpeada. En medio de este panorama, su rechazo al cargo diplomático en el Vaticano parece más un intento por limpiar su reputación que una verdadera decisión estratégica.
El caso sigue abierto y se espera que en los próximos días el Poder Judicial emita una resolución sobre su situación.