El defensor del Pueblo, Josué Gutiérrez, ha destacado en un pronunciamiento reciente la labor de su institución en la protección de los derechos humanos en Perú. En su discurso de fin de año, Gutiérrez enfatizó el compromiso de la Defensoría con la defensa de los derechos fundamentales, tanto de manera individual como colectiva, y la adhesión a los estándares del Sistema Internacional Interamericano de Protección de los Derechos Humanos (SIDH).
Sin embargo, Gutiérrez evitó hacer comentarios sobre la reciente liberación del exdictador Alberto Fujimori. Esta omisión ha sido notable, especialmente considerando la orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) y las preocupaciones sobre la impunidad en casos de violaciones de derechos humanos cometidos durante el mandato de Fujimori.
El defensor también expresó preocupación por el aumento de asesinatos de líderes indígenas en Perú. Citó el caso de Quinto Inuma Alvarado, un líder indígena recientemente asesinado, como parte de un patrón alarmante de violencia contra defensores ambientales y sociales. Gutiérrez instó a que la protección de estos grupos se enmarque dentro de las obligaciones internacionales de derechos humanos que incumben al Estado.
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La postura de Gutiérrez, que subraya la importancia de los derechos humanos mientras evita comentar sobre la liberación de Fujimori, refleja las complejidades y desafíos que enfrenta el Perú en su lucha por la justicia y el respeto a los derechos humanos. La situación destaca la tensión entre los compromisos internacionales y las decisiones políticas internas, así como la urgencia de proteger a los grupos vulnerables y a los defensores de derechos humanos en el país.