Hoy tenemos el honor de presentar a un referente de Alianza Lima y la Selección peruana José Velásquez, ‘El Patrón’, un jugador que se ganó el cariño de todo un país con su quimba, juego impetuoso y su amor por el fútbol.
¿Cómo nacen las ganas de querer ser futbolista?
Yo pienso que el deportista nace. Yo nací para ser futbolista. Desde que tengo uso de razón estaba entrenando y jugando a la vez, por esa razón corría por todo el campo.
¿Cómo llegas a Alianza Lima?
Llego a los 15 años, mediante un campeonato de colegios, jugamos contra el equipo del ‘Cholo’ Castillo y luego me mandó a llamar con Edmundo Cuenca. Él ya estaba en Alianza Lima y yo encantado fui porque siempre fui hincha del club, lloraba cuando perdía un partido.
¿Qué jugadores son de su promoción en las divisiones menores en Alianza?
Cesar Cueto, Teófilo Cubillas, Guillermo La Rosa, etc. Debuté en el plantel profesional con 17 ante Universitario, felizmente quedamos empates 2 a 2.
¿Quién le pone el apelativo ‘El Patrón?
Me lo puso el ‘Veco’, cuando me dio la mano me dijo: “Jamás en mi vida he visto a un jugador como tú. Felicitaciones”.
¿Qué tipo de jugador se considera?
Desde pequeño en vacaciones jugaba todos los días, a veces me olvidaba hasta de almorzar, desde las 9 am hasta las 5 pm. Era una enfermedad para mí, me transformaba cuando entraba al campo de juego, no conocía a nadie. Si pasaba mi mamá por ahí normal le daba hasta un balonazo (risas). Yo corría siempre en rombo, salía a anticipar y cuando no podía recuperar el balón siempre lo ajustaba (risas).
¿Por qué ya no se ven jugadores con mucho carácter en la actualidad?
Lo que pasa es que ahora entran con muchos nervios. Yo entraba y al instante se me iban los nervios y el temor. Siempre mantuve una regularidad en los partidos en los que jugué.
¿Cuál es el partido con la selección que más recuerda?
El partido ante Uruguay en el Centenario y ante Holanda en el Mundial de Argentina 78. El gol que más recuerdo es el que fabriqué ante Uruguay aunque no lo hice, pero Uribe lo hizo con mi pase. Otro gol con el que me quedo es el que le hice a Irán en el Mundial de Argentina 78’.
¿Cómo hacía con la presión de los partidos?
Hay una transformación en muchos jugadores, nos concentramos mucho y nos olvidamos de todo.
¿Qué sentía cuando se ponía la camiseta de la Selección?
Jugar por Perú siempre fue un honor para mí. En la época nuestra no se ganaba el dinero que se gana hoy, la Selección de mis años fue muy buena en todos los sentidos.
¿Qué opina de la actualidad del fútbol peruano?
Desde hace muchos años no sale un jugador extraordinario, en mis tiempos había buenos suplentes que rendían igual que nosotros. La selección nuestra fue la mejor de todas, no hubo otra ni habrá, tenemos que morirnos y resucitar para jugar nuevamente (risas).
¿Qué aspectos debe de tener un futbolista?
Dos aspectos: La parte física y técnica, esos dos no pueden fallar en un profesional.
¿Con qué jugador o con quiénes te entendías mejor?
Con los de la volante que hasta los argentinos nos dijeron como “La mejor volante del mundo”, con Cueto y Cubillas. Lo único malo del fútbol sudamericano es que no estamos acostumbrados a jugar cada 3 días, acá jugamos cada semana, para el Mundial de España 82 jugamos 19 partidos y volvimos a Lima faltando 15 días para jugar en España, por ende estábamos muertos físicamente.
¿Qué experiencia tuvo de su paso por España?
Era un equipo que recién había ascendido, tenía jugadores de regular categoría, es muy difícil jugar con extraordinarios jugadores y después jugar con jugadores regulares. Tienes que tener jugadores con mucha calidad como tú; a los equipos que fui eran regulares. Para ir a jugar a Chile por el Deportes Iquique ya estaba como los autobuses “Cocharcas José Leal” (risas).
¿Usted se siente olvidado por parte de la prensa peruana?
Por la prensa no, yo me siento muy adolorido por los dirigentes del Alianza Lima, los únicos referentes que jugaron por Alianza Lima en el Perú y no se fueron a otros equipos del país somos dos: Teófilo Cubillas y yo, me abandonaron. Alianza fue mi segundo hogar, paraba más en el club que en mi propia casa. Después cuando uno se muere te buscan para hacerte homenaje, de vida no nos dan absolutamente nada. Los homenajes se dan en vida, que hacen dando homenajes a un muerto si ya nunca van a resucitar.
¿En qué lugar estuvo cuando se dio la tragedia del Fokker 27?
En Chile, fue una noticia muy triste y derramé lágrimas.
¿Dirigiría a Alianza Lima en la Liga 2?
Sí, yo quiero que suba, yo puedo subir al club a Primera porque tengo la capacidad, siempre y cuando me dejen elegir los jugadores a mí. Derramé lágrimas cuando descendimos y ahora no va ser fácil subir porque en la Liga 2 hay muy buenos jugadores.
¿Qué le falta a la dirigencia de Alianza Lima?
Yo siempre fui honesto y frontal, Alianza baja después de más de 80 años, hubo mala administración, los presidentes o vicepresidentes no pueden elegir a los jugadores, hace muchos años que no sale un jugador extraordinario de Alianza Lima, los directivos tienen que contratar a entrenadores peruanos que tengan identificación con el club.
¿Qué jugador se iba a poner detrás de usted para que lo defienda?
Ya eso era intuición, donde se abochornaba la gente yo ahí estaba, se asustaban los rivales porque yo tenía una cara de demonio (risas).
¿Qué estadio donde jugó le gustó?
El estadio ‘Parque de los Príncipes’ de Francia.
¿Cómo fueron las previas para España 82?
Fue muy duro, jugamos 19 partidos, cuando estábamos regresando incluso querían que juguemos ante Venezuela, ya no aceptamos nosotros aunque si los dirigentes querían porque querían más dinero. Físicamente nadie estaba bien, jugamos el Mundial muy agotados porque no estábamos acostumbrados a jugar cada 3 días.
¿Qué sentía cuando escuchaba la canción “Perú campeón”?
(Silencio) Me ponía nervioso, empezaba a sudar, porque se trata de mi país, una de las mejores canciones que pude oír.
TIKI TAKA
¿Comida favorita?
Las menestras
¿Qué país le gustó más?
Holanda
¿Su mejor gol?
A Irán en Argentina 78’
¿A qué jugador admiras?
A Cueto, Sotil, Cubillas, etc
José Velásquez es…
Una persona muy amable