El economista James A. Robinson, galardonado con el Premio Nobel de Economía 2024, atribuye la pobreza y desigualdad en América Latina al colonialismo, la explotación indígena y la esclavitud. Robinson, conocido por su trabajo sobre la relación entre poder político, instituciones y prosperidad, señaló que estos problemas se han perpetuado en la región a lo largo del tiempo.
A pesar de algunos avances, como el reconocimiento de los pueblos indígenas en Bolivia y la estabilidad democrática en Costa Rica, Robinson considera que muchos países siguen atrapados en patrones de exclusión y marginalización, mencionando ejemplos como Venezuela y Argentina. Además, subraya que la decepción con la democracia en América Latina ha llevado a que muchas personas busquen alternativas populistas.
Robinson afirma que el camino hacia una mayor inclusión social y económica pasa por la creación de instituciones políticas y económicas más inclusivas. Sin embargo, reconoce que este proceso es complejo y lento, tal como se ha visto en intentos fallidos como la «Primavera Árabe».