Sin lugar a dudas, la presión social y política generada en las últimas semanas ha rendido fruto. Tanto el paro promovido por la coalición ciudadana por la dignidad de la región Huánuco, como el comité de lucha anticorrupción y las denuncias periodísticas, están surtiendo efecto.
Mediante Resolución Administrativa n. ° 151-2021, se conformó un grupo especial de fiscales que tendrán la tarea de investigar las 17 denuncias por presuntos actos de corrupción contra el gobernador Juan Alvarado Cornelio. Así como también, las denuncias contra los exgobernadores Luis Picón y Rubén Alva.
El equipo está conformado por el fiscal superior anticorrupción Virgilio Iván Carrión Cabrera y los fiscales adjuntos Miguel Jhony Rojas Mayta y Laura Leticia Núñez Arquinio.
Este grupo de fiscales tendrán dedicación exclusiva a estos casos, lo que promete acelerar resultados.
Todo parece indicar que se va derrumbando el muro de protección que Alvarado tendría en la Fiscalía. Sería interesante también descubrir cuál de sus personajes de confianza, fue el nexo para encargarse de “influenciar” que las investigaciones duerman el sueño de los justos.
Asimismo, si hablamos de justicia, entonces los dos últimos gobernadores regionales de Huánuco también tienen que ser investigados. Las irregularidades que marcaron estas gestiones son sin lugar a dudas, significativas, y el daño a la región es enorme.
No podemos continuar con tanta impunidad ante tanta corrupción.
¿Cuánto dinero cree usted que la corrupción le ha costado al departamento de Huánuco? Solo en gestiones regionales, estamos hablando de más de 400 millones de soles, en tan solo 11 años.
Se imagina usted, ¿Cuánto se pudo haber hecho con ese presupuesto?, ¿Cuántas vidas se pudieron haber salvado en la pandemia? Si tan solo estos personajes hubieran pensado en al menos completar los hospitales de la región.
Pero si hablamos de corrupción, “Juanito” rompió el molde, es verdaderamente impresionante cómo teniendo el presupuesto, no hizo nada por la región, y peor aún, cuando más se le necesitó. No le interesó que la gente se muriera, ni la desesperación de las miles de familias que veían a sus pacientes caer enfermos, nada… para él y su gente de confianza, solo les interesó beneficiarse.