El centro poblado de Manzano, distrito de Molino-Pachitea, se encuentra en el ojo de la tormenta tras la difusión de imágenes en las que se observa una representación tergiversada y malinterpretada de la emblemática danza de los Negritos de Huánuco, declarada Patrimonio Cultural de la Nación. En particular, la distorsión del personaje del «Corochano», figura esencial de esta tradición, ha generado indignación entre defensores del patrimonio cultural, académicos y ciudadanos.
El «Corochano», un personaje central en la danza, es símbolo de la alegría y la picardía que caracterizan esta manifestación artística. Su papel es clave dentro de la narrativa que evoca la mezcla de elementos afroperuanos y andinos en el contexto de la Navidad. Sin embargo, la representación mostrada en Manzano fue calificada por expertos como una burla que trivializa los valores históricos, religiosos y culturales de la danza.
“Lo que se ha hecho en Manzano no solo es una falta de respeto, es un acto de agresión cultural que demuestra un total desconocimiento de la profundidad y el significado de nuestras tradiciones”, declaró un representante del Instituto de Cultura de Huánuco.
El Corochano: símbolo tergiversado
El personaje del Corochano es uno de los pilares de la danza de los Negritos de Huánuco, reconocido por su capacidad de interactuar con el público a través de su vestimenta distintiva, su energía y su humor. Su rol, lejos de ser improvisado, es producto de generaciones de tradición que han preservado su esencia y simbolismo.
En las imágenes difundidas, el personaje aparece fuera de contexto, lo que ha sido interpretado como una banalización de su función en la danza. “No se puede tomar un elemento tan importante de nuestra cultura y utilizarlo de manera arbitraria. Esto no es un simple espectáculo, es nuestra historia, nuestra identidad”, enfatizó un líder cultural huanuqueño.
Exigen intervención del Ministerio de Cultura
Ante estos hechos, se ha pedido la intervención urgente del Ministerio de Cultura para investigar la tergiversación de esta manifestación cultural y aplicar las sanciones correspondientes. Según el Decreto Supremo N.° 021-2010-MC, el patrimonio inmaterial, como la danza de los Negritos de Huánuco, debe ser protegido de cualquier tipo de distorsión que vulnere su esencia.
“El Corochano y los Negritos no son disfraces, son personajes llenos de significado que representan siglos de historia y resistencia cultural. Exigimos que se respete nuestro patrimonio y que las autoridades actúen con firmeza”, señaló un miembro de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Huánuco.
Una amenaza a la autenticidad cultural
La tergiversación de esta danza no solo desvirtúa su valor simbólico, sino que también sienta un peligroso precedente sobre el manejo del patrimonio cultural en el Perú. La falta de regulación y supervisión en eventos locales permite que se realicen interpretaciones carentes de contexto y autenticidad, lo que pone en riesgo la integridad de expresiones culturales que han sido transmitidas de generación en generación.
Organizaciones culturales y folclóricas han solicitado que se establezcan protocolos claros para la representación de danzas tradicionales, asegurando que se respeten los valores que las hacen únicas. “Este no es un caso aislado. Si no se toman medidas, corremos el riesgo de que otras expresiones culturales sean igualmente tergiversadas”, advirtió un académico especialista en patrimonio inmaterial.
El valor de la danza de los Negritos y su protección
La danza de los Negritos de Huánuco es una de las expresiones más representativas del país, no solo por su belleza visual y musical, sino por el mensaje histórico que transmite. Nació como un tributo a la libertad y a la resistencia de las comunidades afrodescendientes y se ha convertido en un símbolo de identidad para el pueblo huanuqueño.
La figura del Corochano, al igual que otros elementos de esta danza, debe ser preservada con rigor y autenticidad. Permitir su distorsión no solo afecta a quienes la practican, sino también a la memoria colectiva de una nación que encuentra en sus tradiciones una fuente de orgullo y cohesión social.
Reclamo unánime por respeto al patrimonio
La indignación no se limita a Huánuco. En todo el país, académicos, artistas y ciudadanos han alzado su voz para exigir respeto y protección para la danza de los Negritos y otros patrimonios culturales. “No se trata solo de una danza. Es la representación de nuestro pasado, nuestra lucha y nuestra identidad. No podemos permitir que sea tratada como un simple espectáculo”, afirmó un investigador cultural.
El Ministerio de Cultura, junto con las autoridades locales, tiene la responsabilidad de actuar con prontitud para garantizar que eventos como el de Manzano no se repitan y que el patrimonio cultural de la nación sea respetado y valorado como merece.