India y Pakistán muestran indicios de normalidad tras la tregua del fin de semana

Las tensiones entre India y Pakistán han experimentado un ligero respiro tras la reciente escalada militar, con líderes militares de ambos países sosteniendo conversaciones cruciales el lunes. El objetivo primordial es consolidar una tregua que, aunque aún frágil, ha logrado poner un alto a la confrontación más intensa en décadas entre estas dos potencias nucleares. Este cese de hostilidades se produce en un contexto global marcado por la creciente inestabilidad geopolítica y la preocupación por el impacto de los conflictos regionales en la seguridad internacional.

Según la investigación publicada por The New York Times, la distensión ha permitido el retorno paulatino a la normalidad en las zonas fronterizas, dos días después de que una tregua mediada por Estados Unidos pusiera fin a un conflicto militar que escalaba rápidamente. Esta mediación se suma a una larga historia de intervenciones externas en las disputas entre India y Pakistán, que se remontan a la partición del subcontinente indio en 1947.

Los mercados bursátiles en ambos países respondieron positivamente al acuerdo, con un notable repunte en las cotizaciones desde el primer día de operaciones tras el anuncio. India ha reactivado los vuelos civiles en más de 30 aeropuertos en el norte del país, mientras que las autoridades pakistaníes han confirmado la reapertura total de sus aeropuertos. Estas medidas buscan revitalizar la economía y facilitar el tránsito de personas y mercancías.

Sin embargo, la situación a lo largo de la extensa frontera sigue siendo incierta, con decenas de miles de personas aún desplazadas. A pesar de la ausencia de incidentes mayores en las dos noches siguientes al cese del fuego, se reportaron avistamientos de drones y explosiones menores en áreas de la Cachemira administrada por India. Estos incidentes subrayan la fragilidad del acuerdo y la persistente desconfianza entre ambas partes.

Durante la semana anterior, los dos países se enfrascaron en intensos combates que incluyeron bombardeos transfronterizos, guerra con drones y acusaciones mutuas de daños infligidos a bases militares. Esta escalada, que se produjo tras un atentado terrorista en la Cachemira india, puso de manifiesto la vulnerabilidad de la región a conflictos armados.

En consonancia con lo estipulado en el acuerdo de cese al fuego, los líderes militares de ambos países discutieron «asuntos relacionados con la continuidad del compromiso de que ninguna de las partes dispare un solo tiro o inicie cualquier acción agresiva o hostil», según un comunicado del Ejército indio. Además, «se acordó que ambas partes consideren medidas inmediatas para asegurar la reducción de tropas de las fronteras y áreas de avanzada».

El Presidente Trump anunció el sábado que ambas partes habían acordado un cese al fuego con la ayuda de la diplomacia estadounidense, siguiendo patrones históricos de mediación externa en momentos de tensión entre India y Pakistán. Trump reiteró el lunes el papel de su administración en las gestiones diplomáticas, afirmando que había amenazado a ambas naciones para que pusieran fin a las hostilidades.

Mientras que Pakistán ha reconocido públicamente el papel estadounidense en la negociación de la tregua, el gobierno indio ha insistido en sus declaraciones en que el acuerdo se alcanzó únicamente de manera bilateral con Pakistán. No obstante, fuentes indias reconocen en privado la participación de la diplomacia estadounidense, aunque rechazan las sugerencias de que se ejerciera presión a través del comercio u otros medios.