Por: Arlindo Luciano Guillermo
Hoy Huánuco cumple 477 años de fundación española. El 15 de agosto de 1539 va quedando muy lejos del presente. Gómez de Alvarado y Contreras, el inca Illatúpac, Pedro Puelles, Pedro Barroso y Juan Coimbra pertenece a la historia de Huánuco. Solo faltan 23 años para que Huánuco llegue al quinto centenario. El aniversario congrega a huanuqueños y visitantes para participar de las actividades cívicas, sociales, culturales, tradicionales y gastronómicas. Eso pasa al día siguiente. Todas las efemérides merece una reflexión: qué hicimos, qué falta por hacer, hacía dónde conducimos los destinos de Huánuco, cómo viven los ciudadanos huanuqueños, cuáles son los desafíos hoy.
En Huánuco aún persisten brechas sociales notorias: desnutrición crónica infantil, anemia, consumo de agua entubada (no clorada), en educación estamos en el antepenúltimo lugar, en salud carecemos de centros de atención médica y de recursos humanos. La inseguridad ciudadana es un dolor de cabeza. Los esfuerzos diarios de las autoridades regionales se orientan hacia una total integración mediante vías de comunicación (carreteras, puentes); hay instituciones educativas con infraestructura a punto de colapsar. ¿Cómo llegaremos al bicentenario de la Independencia?
Impera, como un lastre social, entre los nacidos en Huánuco, la actitud del mashcullo, como un comportamiento envidioso, que no deja progresar al paisano, que critica como furioso misántropo. La envidia es universal. La indiferencia nos gana. Vemos pasar las aguas del río Huallaga por debajo del puente San Sebastián, Señor de Burgos o Pavletich y no decimos ni hacemos algo. Exigimos el cambio en la política, en la gestión pública y en la actitud de los gobernantes, pero el que solicita el cambio, con derecho y emotividad, sigue igual, sin un ápice de cambio ni deseos de cambiar. Para cambiar un pueblo, primero tiene que cambiar el ciudadano. No al revés. Cristo, hace 2000 años, trajo un mensaje de amor al prójimo, perdón a los enemigos, mostrar la otra mejilla a quien te dé una bofetada, vocación de servicio y mayor interés por la dimensión espiritual que por las ganancias de bienes, fortuna y propiedades. El ciudadano de hoy vive para trabajar, ganar dinero y gastar en los supermercados. Después de la crucifixión, el mundo no es feliz, los pueblos no viven satisfechos y continúa la avaricia, el egoísmo y la corrupción. Cambiar equivale a ser responsable con la opinión, las decisiones, involucrarse en el problema, contribuir con el desarrollo y el progreso de Huánuco. ¿Cuál es el aporte de cada uno de nosotros a Huánuco? ¿Qué hacemos para engrandecer a Huánuco? ¿Qué actitudes nuestras ennoblecen y hacen de Huánuco un pueblo respetable? El aniversario de Huánuco nos pone felices, alegres, querendones, hospitalarios. Reafirmamos nuestra lealtad y compromiso con Huánuco.
Huánuco no es una isla. Huánuco es parte de una macrorregión, de un país, de un continente. La mancomunidad regional representa una oportunidad intergubernamental de gestión para resolver problemas comunes que involucran regiones colindantes. Desarrollo solitario, autárquico, individualista, ya no existe. La carretera Ambo-Yanahuanca beneficiará a Huánuco y Pasco; la transoceánica, a Huancavelica, Junín y Lima. El propósito de la mancomunidad es agendar problemas, rutas y estrategias concertadas y multisectoriales. Al 2021, la región Huánuco probablemente tendrá un millón de habitantes. Las condiciones para gobernar no serán las mismas de hoy. El liderazgo estratégico y la eficiencia en la gestión pública serán los pilares para resolver los problemas históricos de Huánuco.
Huánuco tiene 11 provincias y 77 distritos, más los recientemente creados. La región Huánuco alberga no solo a zonas urbanas, sino también rurales alejadas, a donde se llega caminando por senderos de herradura después de varias horas. En Puerto Inca hay comunidades nativas, con cultura, visión cosmogónica, lengua y tradiciones, propias, que merecen respeto y atención. La educación intercultural bilingüe, precisamente, es para conservar, fomentar y respetar la identidad cultural y la enseñanza, a parte del castellano, en su propia lengua nativa. Hay comunidades de quechuahablantes en la sierra distante, frígida y azotada por la pobreza material y la exclusión social. Los principales distritos de la región Huánuco tienen acceso, aunque con limitaciones, a luz, agua, desagüe, transporte, internet, No hay una provincia aislada totalmente de la capital de la región. A Huacaybamba se llega después de 10 o 12 horas de viaje. Si bien los servicios básicos no llegan a todos, pero existen esfuerzos por democratizar y dar accesibilidad a educación, agua, desagüe y vías de comunicación.
Nadie amará a Huánuco si no conoce sus rincones. No es lo mismo coger un mapa de Huánuco y, con habilidad de cartógrafo, ubicar las provincias, distritos, centros poblados o señalar las líneas de colores de las carreteras. Para llegar a Pachachín, en Huacaybamba, desde el distrito de San Buenaventura, se transita más de 7 horas los 27 Km. por camino de herradura. Para llegar al centro poblado de Santa Virginia, en la frontera con Pasco, se pernocta en Pozuzo y de allí al puente Santa Matilde. Luego de 3 o 4 horas, con sol calcinante, se llega a Santa Virginia. Allí viven paisanos huanuqueños que reclaman, por justicia, atención en educación, salud, carreteras y, lo más importante, visita de sus autoridades para ser escuchados y compartir de cerca sueños, promesas y resolución de problemas. Huánuco no es el damero que diseñó Pedro Barroso en 1543. Huánuco ha crecido exponencialmente. Las viviendas trepan velozmente los cerros. Ya no importa el respeto a los jirkas. Hay más bajaj que pasajeros. El mapa demográfico y social de Huánuco ha cambiado drásticamente. El Huánuco del ayer es solo nostalgia literaria, un agradable recuerdo de lo que fue y no volverás a ser jamás. Huánuco es cosmopolita, moderno, con crecimiento demográfico, sin plan urbanístico. Huánuco ya no es la ciudad que conoció Esteban Pavletich, Juan Ponce Vidal, Carlos Showing Ferrari o Graciela Briceño.
Los huanuqueños vivimos orgullosos, caminamos con el pecho inflado por las calles, con la cabeza levantada, con pasos parsimoniosos porque tenemos historia y cultura milenarias. Los poetas y músicos cantan a Huánuco con encendida emoción, talento y gran inspiración. Huánuco nos necesita unidos como un puño cerrado. A más división menos posibilidades para enfrentar con firmeza y efectividad los problemas sociales. Todos somos embajadores de Huánuco. Somos huanuqueños orgullosos donde estemos.