La tercera Copa Mundial se disputó en Francia, mientras los nubarrones de la guerra se cernían sobre toda Europa y la política dejaba fuera a varias naciones.
Cuatro años después de su triunfo de 1934, y pese al ascenso imparable de Brasil, con Leónidas el “diamante negro”, pero Italia revalidó con solvencia su corona en un Mundial dominado de nuevo por los equipos europeos. La organización recayó en Francia, aunque Argentina también fue candidata. La FIFA quería de este modo rendir un homenaje al trabajo de Jules Rimet, presidente del organismo rector del fútbol durante 33 años y fundador de la Copa Mundial.
Por primera vez, el país organizador no logró imponerse en casa. En su lugar, Italia y Hungría se vieron las caras en la final disputada en el Estadio Olímpico Yves-du-Manoir de Colombes ante 45.000 espectadores.
De las 36 naciones inscritas, sólo 26 participaron. España se encontraba sumida en la guerra civil; Inglaterra se negó; y Argentina y Uruguay se abstuvieron. La vigente campeona, Italia, y la anfitriona se clasificaron automáticamente.
Tomaron parte 16 selecciones, 12 europeas, Austria se retiró y sus mejores jugadores se incorporaron al combinado alemán. Brasil fue único representante de Sudamérica y Cuba a Concacaf. Asia debutó en la competición con Indias Orientales Holandesas, hoy Indonesia.
La Nazionale de Vittorio Pozzo era la clara favorita, por la corona de 1934 y el título olímpico de Berlín 1936 y por llegar sin conocer la derrota en sus 18 partidos anteriores. Un conjunto sólido y técnico, articulado en torno al trío mágico formado por Giovanni Ferrari, Giuseppe Meazza y Silvio Piola. Eliminó a Noruega 2-1, se impuso a Francia en cuartos 3-1. Y en semifinales, hizo lo propio con Brasil (2-1).
Hungría llegó a la final luego de golear a Indias Orientales Holandesas 6-0, A Suiza por 2-0 y en semifinales a Suecia por 5-1.
En la final celebrada en el estadio de Colombes, Italia se impuso a Hungría por 4–2 y se convirtió en el primer país que obtuvo el bicampeonato. El seleccionador Vittorio Pozzo fue también el primer entrenador (y hasta la fecha el único) que ha ganado la Copa Mundial en dos ocasiones.