Karina Milei, hermana y secretaria General del presidente argentino, tiene previsto viajar a Shanghái en noviembre para participar en la Exposición Internacional de Importaciones. Este será su primer viaje al exterior en su nuevo rol como responsable de la Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones. Este movimiento marca un giro inesperado en la estrategia diplomática del gobierno de Javier Milei, quien busca fortalecer las reservas del Banco Central y atraer inversiones directas a Argentina.
Durante la campaña presidencial de 2023, Javier Milei se mostró crítico de China y su régimen comunista, afirmando que no promovería relaciones con «comunistas» como China, Cuba o Venezuela. Sin embargo, una vez en el poder, las necesidades económicas del país llevaron a que el gobierno suavizara su postura hacia el gigante asiático. La renovación de un swap por 5.000 millones de dólares con el Banco Central chino ha sido crucial para mantener la estabilidad financiera de Argentina, lo que ha llevado al presidente a adoptar una postura más pragmática.
El acuerdo de swap, que deberá renovarse en 2025, es clave para sostener las reservas del país, y el acercamiento con China se ha vuelto inevitable en un contexto donde Argentina necesita inversiones extranjeras. La reciente reunión entre la canciller argentina y su homólogo chino en el marco de la Asamblea General de la ONU confirmó este cambio de rumbo, y el viaje de Karina Milei a Shanghái refuerza la intención del gobierno de avanzar en relaciones económicas y comerciales con China.
Argentina en el Tablero Geopolítico de China
El objetivo del viaje es también avanzar en una posible reunión bilateral entre Javier Milei y Xi Jinping durante el G20 en Brasil, programado para noviembre de 2023. Además, Karina Milei aprovechará su visita para promover el sistema RIGI, que Argentina ofrecerá a empresas mineras interesadas en litio y cobre, materias primas de gran interés para el gigante asiático.
El contexto geopolítico presenta un desafío para Argentina, que debe equilibrar su relación con China sin afectar su vínculo con Estados Unidos. En un entorno internacional marcado por la rivalidad entre estas dos potencias, el gobierno argentino debe ser cuidadoso para no dañar sus relaciones con Washington, que sigue considerando a China como un «rival sistémico». La influencia china en la guerra de Ucrania, mediante el suministro de componentes clave a Rusia, es un tema sensible que complica la política exterior argentina.
China y su Interés en Argentina
China, por su parte, ve a Argentina como un aliado estratégico en la región, interesado en explotar los recursos naturales del país, como el litio y el cobre, a cambio de apoyo financiero y comercial. Xi Jinping está dispuesto a jugar sus cartas para fortalecer esta relación, respaldando a Argentina en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y promoviendo las exportaciones argentinas a su mercado. La creciente dependencia económica de Argentina con respecto a China también podría transformar al país sudamericano en un proveedor clave de materias primas para el gigante asiático.
Este inesperado cambio en la política exterior argentina refleja una postura más pragmática del gobierno de Milei, que intenta navegar entre las tensiones internacionales y las necesidades económicas internas. La diplomacia argentina busca consolidar una relación sólida con China sin perder de vista su relación con Estados Unidos, en un momento en que las dinámicas globales exigen un delicado equilibrio.