Por Israel Tolentino
Los lugares, dado un momento de la vida son circunstanciales, cobran importancia no por lo que ofrecen y pueda verse en sus cartelas turísticas, sino, por las personas que en ella se juntan, se encuentran, se visitan, continúan e inventan proyectos. Esta vez, la Residencia Nómada FhE ha tenido la visita de los artistas Karim Pérez y Giorgio di Giovanni; ellos llegaron en familia, con apetencia expedicionaria. Luego de este acercamiento geográfico, el proyecto de un trabajo a campo abierto queda iniciado. La próxima visita será exclusivamente para realizar una acción en un espacio de las alturas amazónicas de Pozuzo.
Pozuzo, con su temperatura cálida, es un lugar acogedor con proyección para la práctica artística en todas las posibilidades técnicas y teóricas. Un valle andino amazónico donde el plátano, la yuca y la papa coexisten en un plato.
En este primer paso, los artistas han considerado el recorrido. Viajar y andar son parte de este traslado, un primer tramo de Lima a Oxapampa por un tiempo de 10 horas en camioneta, con Giorgio al volante; luego de Oxapampa hacia Pozuzo, 2 horas y media más, Giorgio continua al frente. Y finalmente el retorno, desandar el recorrido. El andar por Pozuzo, sus dos calles principales y las cortas cuadras que en ellas se trazan, subidas y bajadas, comer un helado, sentarse en los bancos de cemento y madera de la plazuela, visitar el casco viejo del pueblo: Iglesia San José, Cementerio de los colonos, antiguo convento, el museo Schafferer. Un lugar limpio y donde el poco desorden se interpreta como dinamismo, ritmos quebrantando los parejos días.
La Residencia Nómada FhE, iniciada en el pueblo de Tomaykichwa el 2021 junto con los artistas Luis Torres Villar y Antonio Paucar, viene dibujando un recorrido que desde hace mucho tiempo ha traspasado los linderos regionales para ir integrándose con el territorio nacional, algo así como un retorno tras las huellas del inagotable Capac Ñan.
Karim Pérez y Giorgio di Giovanni son egresados de la Universidad Católica del Perú (PUC) escultura y pintura respectivamente, mención que hace mucho vale más como nostalgia de la modernidad académica que como búsqueda que tiene cada artista en estos tiempos de cambios vertiginosos. Aún así, ellos, artistas de su tiempo, han encontrado en este viaje una manera de oxigenarse creativamente del gran Saturno en que se ha convertido Lima.
Llegar a este lugar demanda salir de la costa limeña, atravesar el tráfico y encontrarse con la carretera Central, serpiente delgada que sube al macizo andino y la cruza como una caricia, un abrazo que concluye en los llanos amazónicos del mundo Yánesha.
Lima, Ate, Chaclacayo, Matucana, San Mateo, Casapalca, Morococha, Curipata, La Oroya, Paccha, Las Vegas, Tarma, Acobamba, Carpapata, Yanango, Puntayacu, San Ramón, Chuchuyacu, La Merced, Churumazú, Cantarizú, Oxapampa, Quillazú, Gramazú, Huancabamba, Pozuzo. Nombres que varían su tonada y con ella las costumbres de sus moradores.
La Residencia Nómada FhE, es una alternativa que se cimenta en el valor del caminar, como bien sustenta Francesco Careri: el andar como práctica estética. El esteticismo occidental se encuentra con el animismo andino, donde toda teoría se panteísa, recobra una subsistencia recóndita que, dado los tiempos, se lee como un caminar para retomar los pasos perdidos (sirva para recordar la obra de Carpentier).
Karim y Giorgio meditan el sitio y una hermosa loma se adhiere y va junto a sus procesos creativos, en un determinado momento saltará, como un venado, la idea que se materializará en una lomita pozucina. Un retorno que tomará la serpiente delgada que estruja la cintura por la cabeza. Los artistas se sobreponen al lugar y el nomadismo como una práctica inmemorial, nos devuelve ese punto de quiebre donde el Homo ergaster se descubría en Homo erectus (Pozuzo, julio 2024).