Ricardo Gareca, tras su reciente asunción como director técnico de la selección chilena, cerró su debut en la fecha FIFA con resultados mixtos: una victoria contundente de 3-0 contra Albania y una derrota por 3-2 frente a Francia, el subcampeón mundial, en un partido disputado en Marsella. A pesar del revés, Gareca se mostró optimista y satisfecho con el desempeño de su equipo, destacando la entrega y la predisposición al trabajo de los jugadores tanto en los partidos oficiales como en un amistoso contra los juveniles de Reggina.
El estratega argentino alabó la competencia frente a Francia, reconociendo la efectividad del equipo rival, pero subrayando la seguridad que le brinda el desenvolvimiento de sus jugadores. Gareca enfatizó la importancia de seguir mejorando y ajustando detalles para fortalecer el equipo, especialmente en lo que respecta a la definición y la prevención de goles en contra.
Consciente del desafío que representa asumir la dirección técnica a mitad de las eliminatorias, Gareca se enfoca en transmitir su mensaje y consolidar una idea de juego de manera rápida y efectiva. Además, descartó la intención de imprimir un sello personal al equipo, priorizando el respeto por la rica historia futbolística de Chile y buscando potenciar las características distintivas del fútbol chileno.
