Furgón de cola

El término “furgón de cola” fue usado durante la última semana para referirse al vergonzoso papel desempeñado por el partido aprista en el Congreso de la República, durante la maliciosa y brutal censura contra el ministro de Educación, Jaime Saavedra, por parte de los fujimoristas. El Apra, como partido, demostró no tener personalidad propia apoyando la absurda e injustificable censura, exhibiéndose una vez más como un “comodín” y buscando protagonismo detrás de la brutal vengativa de la fuerza fujimorista, que dicho sea de paso, no es difícil lograrlo debido a la poca capacidad argumentativa de los miembros del partido naranja.
Con la intención de no solo desestabilizar sino también destruir del actual Gobierno, los mototaxis de Keiko, insultaron, aplastaron y censuraron al ministro de Educación, minando las estructuras del débil gobierno de PPK y teniendo a los apristas como aliados que vuelven a hacer historia negra. En 1963, sucedió lo que se conoció como la unión de la escoria política, donde los apristas se unieron a lo odriistas, a pesar que años antes los habían perseguido, encarcelado y hasta masacrado. Esta unión tuvo la finalidad de destruir al gobierno de Belaúnde que trataba de instaurar un gobierno democrático, entorpeciendo y logrando todo un récord de cinco censuras contra ministros. El autor intelectual de todas estas acciones fue nada menos que Víctor Raúl Haya de la Torre, hoy reencarnado en el congresista mezquino de Mauricio Mulder, llamado también el alfil de Alan García que, con un verbo fácil, miente, insulta y logra destruir al que se le ponga delante.
El periodismo en pleno ha escrito sobre esta negra página de la historia de nuestro país. El fujimorismo ya tiene una historia marcada por ocho años de dictadura, un gran desfalco al erario nacional y la peor corrupción que se dio en la historia del país. ¿Acaso la señora Fujimori busca llegar a la Presidencia y gobernar con brutalidad el país? El objetivo no solo es Saavedra sino don Pedro Pablo. Quieren tumbarlo y descreditarlo para sentar en palacio a la señora Salgado y hacer el gobierno de transición para doña Keiko.
Lo que el pueblo da el pueblo quita, los abusos se pagan, mientras tanto, el pueblo es y será el único perjudicado.