Hoy despedimos el 2021. Para muchos el año ha sido generoso en todos los sentidos y para otros, no. Independientemente del tema económico, que dicho sea de paso, para la mayoría de la población ha sido negativo, tenemos mucho que agradecer al Todopoderoso. ¿Qué? Pues que estamos vivos y cada día que tenemos de vida es una oportunidad más para hacer las cosas mejor, con mayor entusiasmo, empatía, optimismo y esfuerzo.
El mundo está cambiando estrepitosamente debido a la pandemia. Los cambios tecnológicos son aterradoramente constantes e impredecibles. Y penosamente, nuestro país se mantiene ajeno a ellos. Acá, los jóvenes y las familias tienen el gran reto y responsabilidad de actualizar sus conocimientos y capacidades para afrontar los nuevos retos.
Asimismo, nuestro país ha sido seriamente afectado por las decisiones egoístas y corruptas de nuestros gobernantes. Si hubiera existido un mínimo de empatía por parte de ellos (por decir, del lagarto Vizcarra), miles de personas hubieran sobrevivido a la pandemia y nuestra economía no estaría tan golpeada como lo está ahora. Esto no sólo en el plano nacional sino también departamental, gran ejemplo de ello es Juan Alvarado.
Debido a que el 2022 es un año electoral, esperemos que la ciudadanía esta vez decida de manera más responsable su voto. Ya hemos visto que la incapacidad y la corrupción de los gobernantes puede provocar miles de muertes.
Y hablando del plano político, el país llegó a elegir a un maestro rondero como presidente, Pedro Castillo, de un pueblo lejano del hermano departamento de Chota. Por su parte, Keiko Fujimori nuevamente perdió la elección, sin embargo, lo más preocupante, es que su poder se mantiene intacto.
Castillo tiene el gran reto de actuar este año como un presidente de verdad y tomar las decisiones correctas para que el país regrese a la estabilidad económica, política y social.
Dentro del aspecto de Salud, lo único que podemos sugerir es que todos mantengamos siempre medidas de seguridad. En la medida que nosotros nos cuidemos, este virus no nos afectará.
Les deseamos un extraordinario 2022, expresándoles nuestro infinito agradecimiento, estimados lectores. También estamos muy agradecidos con Dios que nos sigue dando vida. Un fuerte abrazo.
