El año 2002, el Congreso de la República, estableció mediante Ley n.° 27666, que cada segundo domingo de abril, se celebre en nuestro país, el Día del Niño Peruano. En este día especial, a los adultos nos toca contagiarse de aquella inocencia y fluidez de pensamiento del niño (a) y a la vez reflexionar para asumir compromisos con el propósito de fortalecer los derechos enunciados en la Convención de los Derechos del Niño del 20 de noviembre de 1989.
Los niños peruanos son el futuro de nuestra nación. Por lo tanto, los adultos debemos comprometernos cada día para defender sus derechos y promover valores forjarlos hacia la construcción de una sociedad mejor sin discriminación de posición económica, impedimentos físicos, nacimiento o cualquier otra condición, independientemente de su raza, el color, sexo, idioma, su origen nacional étnico o social, del niño, niña.
Cuidemos al niño, niña peruanos y enseñemos a: Aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y a aprender a ser. Solo de esa manera se formará integralmente un ser humano respetuoso, que busca la armonía y diga no a la violencia que hoy, en día, es como el pan del día.
La mejor riqueza del niño, niña peruanos es su juguete y al lado de ello asume responsabilidades desde pequeño y quizá por eso es un eminente observador, callado, práctico, pero más hábil que el niño de la ciudad, porque está en contacto con la naturaleza la mama pacha. En la costa, sierra y selva donde se encuentra ¡Feliz día, niño, niña peruanos! Son futuro de la nación.