La **diplomacia** europea se activa ante la incertidumbre transatlántica. Líderes de Gran Bretaña y Francia lideran una iniciativa para abordar el conflicto en Ucrania, buscando un plan que cuente con el respaldo de Estados Unidos. Este esfuerzo se produce en un momento crítico, marcado por tensiones recientes entre los presidentes Zelensky y Trump, y por la creciente preocupación en Europa sobre el futuro del apoyo estadounidense a la seguridad del continente.
Según la investigación publicada por The New York Times, los líderes europeos se reunieron en Londres por invitación del Primer Ministro británico Keir Starmer, con el objetivo de fortalecer el apoyo a Ucrania y buscar una vía para restaurar la relación entre Zelensky y Trump. La reunión refleja la preocupación europea por mantener la alianza transatlántica, considerada fundamental para la paz en el continente durante las últimas ocho décadas.
El Primer Ministro Starmer enfatizó la necesidad de un mayor compromiso europeo, al tiempo que subrayó la importancia del respaldo estadounidense para lograr una solución pacífica y duradera en Ucrania. A pesar de la tensión evidenciada en la reciente reunión entre Trump y Zelensky, Starmer se mostró optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz, indicando que Gran Bretaña y Francia, en colaboración con otros países europeos, trabajarán en el desarrollo de un plan con Ucrania.
Si bien los detalles específicos del plan aún no han sido revelados, se sugiere que los líderes europeos podrían utilizarlo como base para persuadir a Trump de comprometerse con garantías de seguridad estadounidenses. Recordemos que tanto Gran Bretaña como Francia ya han manifestado su disposición a contribuir con tropas para una fuerza de paz, y están buscando el apoyo de otros países europeos para consolidar esta iniciativa.
La urgencia de esta acción diplomática se deriva del contexto geopolítico actual. La guerra en Ucrania ha reconfigurado la seguridad europea, exponiendo la dependencia del continente de la ayuda estadounidense. Los recientes debates en Washington sobre el nivel de compromiso futuro de Estados Unidos han llevado a Europa a explorar vías para fortalecer su propia capacidad de respuesta y liderazgo en la resolución de conflictos.
Otro factor relevante es la creciente influencia de la extrema derecha en varios países europeos, lo que podría generar cambios en las políticas de defensa y seguridad. La iniciativa liderada por Gran Bretaña y Francia busca también contrarrestar estas tendencias, reafirmando el compromiso de Europa con la estabilidad regional y el orden internacional basado en reglas.