Eterno gerente

Las autoridades son responsables de elegir a su equipo técnico, y, como lo hemos dicho muchas veces en esta columna, el éxito de sus gestiones va a depender mucho de cuán capaces sean los técnicos. O sea si fracasan o consiguen un cambio positivo, es la gestión en general la que está en juego.  

Esto nos trae a tratar el tema del eterno gerente de Transportes de la MPHCO, Teófilo Loarte, quien continúa en su puesto, gestión tras gestión. Y esto no tiene nada de malo, sino fuera que su gestión se mide en resultados, y, a pesar de que la eficacia de su labor ha sido puesta en tela de juicio de manera continua, ha sabido mantenerse en el puesto a través de las diferentes gestiones.   

Es innegable que el sistema de transporte en Huánuco sigue siendo caótico y, en lugar de ver mejoras, observamos un aumento en los problemas de tráfico y transporte público.

No es claro cómo Loarte ha logrado mantenerse en su cargo. Puede que su larga experiencia juegue a su favor, sin embargo, el descontento ciudadano es evidente. En lugar de implementar soluciones efectivas, no obstante, los problemas han empeorado bajo su dirección.       

Los paraderos no han sido modificados, y el número de colectiveros y combis ha aumentado considerablemente en las arterias principales de Huánuco. Esto a pesar de que en la gestión pasada se emitió una ordenanza municipal que prohibía el aumento de licencias de circulación de vehículos para transporte público.  

Del alcalde Jara depende la decisión de mantener a Loarte o no, para el ciudadano de a pie es a quien menos le interesa, lo que si queremos ver todos son resultados positivos, los cuales son inexistentes hasta el momento. 

Probablemente, necesitemos a otro profesional joven y con nuevas ideas y un verdadero plan de trabajo efectivo para ordenar la ciudad. Los regidores, encabezados por Jean Espinosa, han comenzado a perder la paciencia y exigen un cambio en el gerente de transportes, debido a los resultados negativos de su gestión.

Por otro lado, preocupa la aparente complacencia de Loarte ante las serias deficiencias del sistema de transporte. Las infracciones se resuelven a puerta cerrada, y no vemos transparencia en su trabajo. El número de trimóviles ha aumentado de 20,000 a 60,000 durante las diferentes gestiones en las que está a cargo. ¿Cuántos de estos tienen permiso para operar? ¿Cuál es la estrategia de Loarte para manejar estos problemas?  

Lo que sí es claro es que se está pidiendo su renuncia, y lo ideal sería que se le reemplace con alguien más dinámico, empático y conocedor de la realidad del transporte en Huánuco. Sin embargo, el señor Jara tiene la última palabra, y, si decide mantenerlo en el cargo, deberá también asumir los activos y pasivos de sus decisiones.