Escrito por: Willy Marcellini Ramírez
“Lo que no se puede medir, no se puede gestionar” (William Pepperell)
La cita de arriba parece algo evidente en sí misma, algo obvio que no se puede cuestionar; sin embargo ¿Cuánto de ello aplicamos en nuestra vida diaria? ¿En nuestro centro de labores? En ocasiones se toman decisiones sin un buen fundamento, donde a veces sólo prima el sentido común. Siguiendo la misma línea de William, en este artículo mostraremos de manera sucinta la situación de las empresas con el afán de comprenderlos y tomar mejores decisiones.
Por el lado de las empresas
Como es conocido, el desenvolvimiento de las actividades económicas en el país se sustenta, en gran parte, en las condiciones que enfrentan todas las unidades productivas que componen el tejido empresarial. En ese sentido, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) a través del Directorio Central de Empresas y Establecimientos nos dice que durante el II trimestre del 2021 se habían creado alrededor de 70 677 empresas y en el mismo período se habían dado de baja 8,093 empresas; sin embargo, ese número de bajas de empresas representa una cifra inferior a las de los años precedentes donde por trimestre se daban de baja alrededor de 30 mil empresas. Es decir, hay un balance positivo de 62 584 empresas en dicho período, lo cual favorecería a la creación de empleos. Es preciso mencionar que, durante el IV trimestre del 2019 se habían creado 66 743 empresas y en el 2020 en el mismo período sólo se habían creado 12 531 empresas, esto en gran medida debido a los efectos de la pandemia. En resumidas cuentas, podemos ver que el número de empresas creadas en el II trimestre del 2021 ya supera ligeramente las cifras prepandemia, lo cual es positivo.
En la gráfica siguiente vemos la cantidad de empresas que existen en el Perú. En el II trimestre del 2021 se registró 2 millones 897 mil empresas, después de un retroceso en el segundo trimestre del 2020 cuando se llegó a 2 millones 628 mil empresas. Es decir, en cada trimestre del 2021 ya se crean más empresas en el Perú, lo cual es favorable para la dinámica de creación de empleos.
Por el lado de las Mypes
En el Perú predominan las micro y pequeñas empresas (Mypes) las cuales se han visto impactadas, en gran medida, por la crisis económica generada por la COVID-19. Las Mypes son consideradas entre las más importantes fuentes generadoras de empleo, veamos por qué: Las cifras proporcionadas por la ENAHO 2020 nos dice que antes de la pandemia la PEA empleada en las Mypes se ubicaba alrededor del 48%, las Mypes informales cubrían alrededor de 84% del empleo de las Mypes y alrededor de 8 millones 708 mil personas trabajaban en este sector. La misma ENAHO 2020 nos dice que en la región Huánuco la proporción de las pymes informales representa entre el 80% y 83% del total de las pymes. En ese sentido, ya podemos inferir la gravedad del asunto y su impacto en el desempleo. Producto de la pandemia, las Mypes han sufrido un duro golpe habiéndose reducido el número de trabajadores a casi la mitad en el 2020, por efectos de despidos, suspensión de labores, restricciones, entre otros factores, tarea ardua a revertir si queremos recuperar el empleo en las Mypes.
A nivel de cifras interanuales, las Mypes tenían una evolución positiva hasta antes de la pandemia, sin embargo, por efectos de estas las ventas se redujeron drásticamente pasando de 148,276 millones a solo 60,489 millones en el 2020; es decir, una reducción de casi el 60% de las ventas del período anterior.
CONCLUSIONES
Si bien un comportamiento pasado no nos asegura el comportamiento futuro, si nos da un “vistazo” de donde nos encontramos y una perspectiva sobre aquello a lo que podríamos enfrentarnos. Por lo pronto, es una noticia alentadora la reducción de muertes por COVID-19; además que, en el escenario político, con el nombramiento de nuevos ministros “las aguas” ya se hayan calmado un poco y han dado un respiro. Esperemos que este escenario sea sostenible para que la economía de las familias y las empresas, que en suma representan la economía interna del país, y que no se perjudiquen, sino que, muy por el contrario, sea el punto de quiebre para reducir la incertidumbre y recuperarnos de la complicada situación del país. Saludos.