El Congreso de la República del Perú aprobó una controvertida modificación a la Ley Forestal y de Fauna Silvestre, causando alarma entre expertos ambientales y activistas. La reforma, que no puede ser observada por el Ejecutivo tras su aprobación por insistencia en el Congreso, ha sido criticada por su potencial impacto negativo en la Amazonía peruana.
Especialistas como Ciro Salazar de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), han condenado la ley como un regalo a empresas acusadas de desforestación. Según Salazar, esta medida ignora la protección de territorios indígenas y aumenta el riesgo de acaparamiento de tierras en áreas vulnerables a grupos armados, particularmente en Ucayali y Loreto.
Luis Gomero, presidente del Consorcio Agroecológico Peruano, ha descrito la modificación como un facilitador de «ecocidio», debilitando la protección de la Amazonía y comprometiendo la lucha contra el cambio climático. Julia Urrunaga, Directora del Programa Perú de la Agencia de Investigación Ambiental, expresó preocupación por la rápida aprobación de la ley, que beneficia a empresas con antecedentes delictivos y podría eximirles de responsabilidad legal.
Ante esta situación, organizaciones y comunidades indígenas se están movilizando para protestar y buscar alternativas para derogar la norma.