Enfrentado con todos

El Hospital Regional Hermilio Valdizán atraviesa por una grave crisis por culpa de su director; a quien, a decir de los trabajadores, le gana el autoritarismo y la soberbia.
El pronunciamiento de los trabajadores administrativos lo viste de cuerpo entero, habiéndose originado un conflicto que amenaza con agravarse y que el mismo gobernador Alva debe solucionar, toda vez que depende directamente de él y no como se supone debiera ser, de la Dirección Regional de Salud.
El médico Elsy Anderson Motta fue responsable de la Red de Salud durante el gobierno de Luis Picón. Él organizaba las campañas de salud del Gorehco, campañas que fueron utilizadas como una forma de propaganda para buscar la reelección de Picón. Según dicen los trabajadores del hospital, Anderson Motta no dialoga, con su prepotencia grita, ordena, porque simplemente tiene como aliado al hermanísimo del gobernador, tal como las “evidencias” lo demuestran.
Los trabajadores del hospital solicitan mediante un comunicado al Sr. Rubén Alva o al gerente de Asuntos Sociales, que intervengan este nosocomio, encargándolo a un profesional con un perfil más humano y con mejor trato, con conocimientos de administración, y que busque el diálogo con los trabajadores y con la colectividad, y no amenazando con cartas notariales buscando silenciar e intimidar a los trabajadores, como a la prensa independiente.
El señor Anderson Motta habla de ética y moral, lo pregona pero no lo practica y lo demostramos con “evidencias”. Según documentos, este director, con el aval del hermanísimo Lucio, ha redestinado un dinero que estaba previsto para compra de medicinas y alimentación del programa SIS, para incrementarse su remuneración.
El clamor de los servidores del hospital es de un cambio inmediato; debe escuchar a los servidores que laboran en un ambiente tugurizado debiendo trasladarlos al hospital de contingencia, y para iniciar la construcción del nuevo hospital se requiere un director que sea líder en el manejo de los recursos económicos y humanos; un jefe debe ser respetado por sus actos y no temido.