Por: Frank Yahir Mamani Barrantes
La necesidad de difundir el quehacer literario es vital; sin embargo, para ello es menester formar a esos arquitectos de la palabra. Hay pocos docentes que incentivan la creación de esos trabajos. Es por ello que felicitamos a esos maestros que impulsan la creación y más aún su difusión.
Hace pocas semanas el docente de Comunicación Iván Serrano Grijalva publicó el libro “Cuéntame esa historia y quince pétalos”, editado por el sello Ediciones Condorpasa. Esta nueva publicación tiene la particularidad de incluir textos de sus estudiantes, trabajos que a juicio propio reúnen cierta calidad estética que Iván Serrano supo canalizar en sus alumnos.
Iván Serrano Grijalva desde los claustros de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán ya demostraba ese gusto por la lectura y la creación. Publicó sus primeros versos en la revista Contracorriente y El cóndor Pasa, donde ya evidenciaba el buen manejo de un lenguaje personal y voz propia. Es por ello que no es ajeno al mundo de la creación. Con motivo de esta publicación entrevistamos a este excelente docente, quien amenamente nos cedió unas gratas palabras que a continuación transcribimos:
¿Cómo fue recibido tu primer libro?
Con mucha alegría, fue como la llegada de un primogénito. Y por esto debo mi agradecimiento a Ediciones Condorpasa.
Una de las labores más difíciles de un docente de Comunicación es acercar a los estudiantes a la lectura. ¿Cómo lo lograste?
Nuestro país en los exámenes Pisa casi siempre goza del último lugar en lo que respecta a comprensión lectora, entonces imagínate. Fue un arduo trabajo de equipo entre mis estudiantes y yo. Inicialmente me convertí en un cuentacuentos para ellos, luego les llevé películas literarias que les motivó bastante, pues me pedían que les trajera el libro de esas adaptaciones fílmicas, y muchos quedaron encantados.
Aún más difícil que la lectura es la creación literaria y tus alumnos lo han logrado de manera cabal. ¿Cómo lo trabajaste en el aula?
Una vez que ellos quedaron “embrujados” con la lectura de varios cuentos, leyendas y poemas, no fue tan difícil llevarlos a la creación literaria. Quizá fue más trabajosa la parte ortográfica y sintáctica en sus composiciones, porque la imaginación, la creatividad y la multitud de historias estaban ahí, presentes en ellos.
Conocemos algunos poemas tuyos que fueron publicados en algunas revistas y espacios de la web. Coméntanos sobre tu acercamiento a la creación literaria.
Bueno, desde la secundaria me gustaban mucho los cuentos y sobre todo la poesía. Tenía mi diario personal en el que escribía no solo lo que me pasaba diariamente, sino también pequeños versillos que salían en momentos de aflicción o cuando mi corazón sentía haberse enamorado. Luego lo fui cultivando con mayor entusiasmo en la universidad. Recuerdo por ejemplo cuando el Profesor Jacobo Ramirez, docente de la Unheval, nos decía a un grupo: “Los que leen poesía son semidioses y los que lo escriben son dioses”. Y yo le creí.
¿Qué lecturas recomiendas para empezar a ser poeta?
Yo me inicié leyendo los poemas conocidos de César Vallejo, pues muchas veces los declamé en el colegio. Así que recomiendo leer bastante a nuestro poeta emblema primero, a Augusto Salaverry, Pablo Neruda, Gustavo Adolfo Becquer, Ruben Dario y a Mario Benedetti.
¿Qué características consideras importantes para que alguien pueda llamarse POETA?
La vocación está por encima de todas, aquellos que sienten que sin poesía no pueden vivir. Desde luego que eso va acompañado de bastante responsabilidad técnica y estilística. Pero pienso que los lectores son los que definen a uno si son o no poetas, pues sus obras hablarán por si solas.
¿Consideras que un buen libro debe ser complejo y rico en recursos estilísticos?
No necesariamente, conocemos muchas obras que se destacaron por su sencillez y llegaron a ser trascendentales, por ejemplo la poesía de Mario Benedetti, José Angel Buesa y Pablo Neruda.
¿Qué opinas de la crítica literaria?
La crítica literaria es muy importante para todo escritor, es un termómetro que te mide la capacidad, quien ausculta tus fortalezas y debilidades, pero no debe ser servil, que es lo que muchas veces sucede en nuestro país y sobre todo en Huánuco.
¿Crees que en Huánuco hay un círculo cerrado en la literatura? ¿Por qué?
No creo que haya un círculo cerrado, lo que sucede es que no se dan a conocer los nuevos escritores, sea por humildad o por falta de alguna publicación concreta. Pero sin embargo sabemos que en Huánuco se publica mucho, sobre todo en el campo de la literatura.
¿Cuáles son tus próximas publicaciones?
Estoy buscándole el título a una compilación de cuentos, también tengo en hojas dispersas muchos versos que espero se concreten en un poemario.
Últimas palabras.
Te agradezco la entrevista y reitero mi agradecimiento a Ediciones Condorpasa por haber hecho realidad mis sueños y un gran saludo a todos tus lectores.
PEDRO NOVOA: GANADOR DE “EL CUENTO DE LAS 1000 PALABRAS” DE CARETAS
El “Cuento de las 1000 palabras”, prestigioso concurso que anualmente convoca la revista Caretas, ya tiene ganador: Pedro Novoa.
El cuento titulado “Inmersión”, que fue presentado bajo el seudónimo de Sakamura, se sometió a una cirugía literaria tal como manifiesta su autor: “Ha sido todo un reto para mí escribir cuentos cortos. Mis últimas obras han sido novelas. En un momento tuve que contar una a una las palabras porque quería llegar a las mil exactas”.
“Inmersión” habla sobre la fraternidad y el sumergirse en el pensamiento de uno mismo para buscar un pequeño universo propio. Este cuento relata la historia de una mujer que se sumerge en el mar del Callao con el único objetivo de encontrar unas algas, para curar a su hermano de una enfermedad terminal.
“El cuento termina cuando ella está a punto de salir a la superficie y se rompe la soga que la está asegurando, quedándose en el fondo. Al terminar el cuento, el lector se queda con tres posibles interpretaciones: la chica muere, alucina por la falta de oxígeno o sobrevive. Posiblemente eso cautivó al jurado”, explica el escritor.
En esta edición del reconocido concurso, el jurado estuvo compuesto por los escritores Rafo León y Fernando Ampuero; Mercedes González, Directora General de Penguin Random House Perú; Jerónimo Pimentel, escritor y Gerente de Contenidos Editoriales de Planeta Perú; y Enrique Chávez, Subdirector de Caretas.