El pasado 24 de marzo, el Gobierno promulgó oficialmente la Ley 32270, aprobada por el Congreso de la República, la cual modifica la Ley Orgánica de Elecciones para incorporar por primera vez el voto digital como alternativa al voto tradicional en los comicios generales del 2026. Así lo informó La República, en una cobertura especial sobre esta histórica medida, que será organizada e implementada por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
De acuerdo con la normativa, el voto digital tendrá la misma validez jurídica que el sufragio por cédula física, y su implementación será progresiva, iniciando en determinados grupos priorizados. La medida, que representa un hito en la modernización del sistema electoral peruano, no será obligatoria salvo en ciertos casos específicos señalados por la ley.
“Se trata de una alternativa moderna y segura para ejercer el derecho al voto, que facilitará la participación de sectores históricamente excluidos del proceso electoral tradicional”, señalaron desde la ONPE tras la promulgación de la norma.
¿En qué consiste el voto digital y quiénes podrán utilizarlo?
La Ley 32270 establece que cualquier ciudadano peruano que posea un DNI electrónico y un certificado digital vigente podrá registrarse para emitir su voto de forma digital. Este registro será voluntario y estará disponible únicamente desde 15 días después del cierre del padrón electoral hasta 120 días antes de la fecha de votación.
Una vez inscritos, los electores serán organizados en mesas de sufragio digital, las cuales funcionarán de manera similar a las mesas tradicionales, pero con procesos automatizados en el registro de voto y el escrutinio.
“El voto digital es equivalente al voto con cédula y garantiza integridad, seguridad y confidencialidad. El ciudadano podrá ejercer su derecho al sufragio con total confianza en la validez del sistema”, explicó un vocero de la ONPE.
Mesas de sufragio digital: estructura, designación y funciones
Cada mesa de sufragio digital estará integrada por nueve miembros titulares y nueve suplentes, quienes cumplirán los roles de presidente, secretario y tercer miembro de mesa. La elección de estos ciudadanos se realizará mediante un sorteo entre una lista de 75 personas con educación superior, registrada ante el Reniec en el distrito correspondiente.
Tal como lo dispone la Ley Orgánica de Elecciones, el cargo de miembro de mesa digital es irrenunciable, y quienes lo desempeñen recibirán los mismos beneficios que los miembros de mesa convencionales.
El proceso de votación será completamente digital, y el escrutinio estará automatizado. Los miembros de mesa serán responsables de validar los resultados y firmar el acta de escrutinio. Si los miembros iniciales no están presentes al momento del cierre de la jornada electoral, los que se encuentren de turno deberán firmar el acta final.
Aplicación progresiva: ¿a quiénes se prioriza?
La norma dispone que el voto digital se aplicará de forma gradual, priorizando a los siguientes grupos poblacionales:
- Peruanos residentes en el extranjero
- Miembros de las Fuerzas Armadas
- Miembros de la Policía Nacional
- Comunidades campesinas y pueblos indígenas
De manera excepcional, el voto digital será obligatorio para miembros de las Fuerzas Armadas y la PNP que, por razones operativas, se encuentren desplazados fuera de su circunscripción electoral.
Esta etapa piloto permitirá evaluar el funcionamiento del sistema en condiciones reales, al tiempo que se expande el acceso al voto a sectores geográficos y sociales históricamente excluidos.
Seguridad, transparencia y confiabilidad
Uno de los aspectos centrales del voto digital es la garantía de seguridad y confidencialidad del sufragio. Según lo dispuesto por la nueva ley, la ONPE estará encargada de desarrollar y aplicar mecanismos digitales que aseguren la integridad del sistema, evitando cualquier intento de manipulación o vulneración de datos.
Se prevé la implementación de sistemas de autenticación biométrica, encriptación de información, y verificación en tiempo real, con el objetivo de que cada voto sea emitido, registrado y contado correctamente.
“La tecnología no solo facilita el voto, sino que refuerza la transparencia del proceso electoral. Es un paso necesario hacia una democracia más moderna e inclusiva”, indicó el presidente del JNE, Roberto Burneo, quien también confirmó que para las elecciones de 2026 hay 41 partidos oficialmente registrados.
Peruanos en el extranjero: una población históricamente rezagada
Uno de los grupos más beneficiados con esta medida será el de los peruanos residentes fuera del país, quienes suelen enfrentar dificultades logísticas, distancias largas y trámites complejos para ejercer su derecho al voto.
Con el voto digital, estos ciudadanos podrán votar desde cualquier lugar del mundo, siempre que cuenten con DNI electrónico y se hayan inscrito previamente. Además, la Cancillería y la ONPE, en coordinación con Reniec, ya han venido implementando campañas de documentación en ciudades como Miami, Buenos Aires, Santiago, Madrid y Roma, en el marco del programa “Identidad sin Fronteras”.
Este programa busca facilitar el acceso al DNI electrónico para los connacionales en el exterior, asegurando así su participación en los comicios de 2026.
Reglamento y siguientes pasos
La ONPE será responsable de elaborar el reglamento específico para la implementación del voto digital, definir las características técnicas, así como los criterios de evaluación del programa piloto. Este reglamento deberá contemplar medidas de ciberseguridad, usabilidad del sistema y procesos de fiscalización electrónica.
Además, la ONPE deberá realizar campañas de capacitación y sensibilización a la ciudadanía, especialmente en los sectores donde se aplicará el sistema por primera vez.
Transformación electoral: un hito democrático
La aprobación de la Ley 32270 y la incorporación del voto digital marcan un antes y un después en la historia electoral del Perú. Si bien su implementación total tomará tiempo, la experiencia del 2026 servirá como laboratorio para evaluar su eficacia y escalabilidad hacia futuras elecciones municipales, regionales o nacionales.
Diversos analistas políticos han destacado que este avance representa una apuesta por la inclusión, la eficiencia y la modernización democrática, aunque también han subrayado la importancia de acompañar el proceso con transparencia, fiscalización ciudadana y educación digital.
Conclusión
El voto digital ha dejado de ser una propuesta lejana para convertirse en una realidad concreta y regulada en el marco legal peruano. La Ley 32270 establece las bases para una transformación progresiva del sistema electoral, con énfasis en la equidad, el acceso y la confianza tecnológica.
Mientras el Perú se prepara para las elecciones de 2026, se abre también una oportunidad única para repensar la forma en la que se ejerce la ciudadanía en la era digital. El reto está planteado: modernizar sin excluir, innovar sin vulnerar, y avanzar sin perder la esencia de una democracia participativa.