El trabajo forzoso infantil: Una realidad oculta que afecta a miles de niños 

Una práctica ilegal que atenta contra la libertad y la dignidad de los menores

La asesora del Ministerio de Trabajo, Cecilia Alejandra Tello Guerrero, advirtió ayer en entrevista con nuestro medio que el trabajo forzoso de menores es un flagelo presente en sectores de alta informalidad laboral, que en el Perú supera el 70% según cifras oficiales. 

«En cualquier sector económico es latente una situación de trabajo forzoso», afirmó Tello Guerrero. «Esta situación se puede dar en el marco de la informalidad. Y en nuestro país la informalidad, que no está ligada directamente a situaciones de trabajo forzoso, supera el 70%», agregó.

De acuerdo a la funcionaria, este contexto de desprotección laboral facilita el abuso y la explotación infantil. «Rápidamente podemos pasar de una relación laboral donde se ha establecido un tipo de condiciones, hacia la situación de trabajo forzoso», advirtió.  

El Código Penal peruano define el trabajo forzoso como «la situación donde se somete u obliga a otra persona, a través de cualquier medio y contra su voluntad, a realizar un trabajo o prestar un servicio, sea retribuido o no». Según Tello, los principales indicadores de estas situaciones son «el engaño, el abuso de necesidades, la restricción de movimiento, el aislamiento, la violencia física o sexual».

Líneas de acción contra la explotación laboral 

Frente a este complejo escenario, el Ministerio de Trabajo ha puesto en marcha varias iniciativas, entre ellas un «Observatorio» cualitativo y cuantitativo para dimensionar el problema, así como una línea telefónica (1819) para recepcionar denuncias ciudadanas. 

Tello Guerrero también destacó la reciente implementación de un «Protocolo Intersectorial contra el Trabajo Forzoso», que busca articular acciones con otros ministerios como el de la Mujer para la atención y recuperación de víctimas. 

Asimismo, el aplicativo SOS de SUNAFIL, similar a la línea 1819, que permite dejar información sobre situaciones de trabajo forzoso.

«Tenemos responsabilidades compartidas con distintos ministerios y esa es la finalidad: desarrollar y fortalecer el trabajo conjunto», subrayó.

La asesora hizo hincapié en que la lucha contra el trabajo forzoso infantil requiere de una respuesta «territorial» en todas las regiones, con el liderazgo de los gobiernos regionales. 

Dato:

Asimismo, recalcó la necesidad de más campañas de prevención y sensibilización dirigidas a la ciudadanía y el sector privado. «De esa manera podemos contribuir a salvar vidas, proteger la dignidad de las personas y consolidar las expectativas de trabajo decente que toda persona merece», concluyó.