Era insostenible. La situación o mejor dicho, la crisis política creada por el presidente del Consejo de Ministros Guido Bellido, era totalmente insostenible.
Sus permanentes contradicciones con el mismo presidente Pedro Castillo, al igual que su conducta radical y prepotente sólo generó desestabilización en el país. Bellido no sólo pechaba al congreso sino también a todos los funcionarios del Ejecutivo, incluido el mismo presidente, algo completamente disparatado e inaceptable. Le ganó la soberbia. Pero lo curioso fue que cuando dio su última conferencia, ya despedido de la PCM, por poco y se pone a llorar, se le había desinflado el pecho y se mostró hasta “empático”.
Este expremier estaba llevando al país a un abismo total. Su poco tino y juicio político, su falta de rumbo e ignorancia, solo provocaba inestabilidad política y económica. Si Castillo trataba de convocar a la inversión extranjera a que invierta en Perú, Bellido simplemente lo contradecía atacando al sector privado. Como resultado, Castillo aparecía como alguien débil y sin carácter.
Al provocador y prepotente Pucca, se le terminó el tiempo de poderoso y curiosamente recibió otro golpe. Esta vez vino del Poder Judicial con respecto a la denuncia interpuesta por la congresista Chirinos, se le ordenó mantenerse a más de 300 metros de la congresista, víctima “bajo apercibimiento de ser denunciado penalmente por desobediencia y resistencia a la autoridad judicial”. Además de la evaluación psicológica.
La presión política y mediática contra Castillo era demasiado fuerte. Los grupos políticos del congreso, prácticamente, lo arrinconaron a tomar una decisión. O se iban Bellido y Maraví, o era probable que pidieran su vacancia.
Esta primera crisis política culminó y ya inició otra. Ahora, la bancada de Perú Libre ha declarado que es una traición la elección del nuevo gabinete y lo desconocen. El mismo dueño del partido, Vladimir Cerrón, ha exigido la “cuota de poder” del partido en el gobierno.
¿Existe pugna por el poder dentro del partido? Al parecer se ha empezado a dividir. Es más, Guillermo Bermejo, quien se suponía tomaba órdenes de Cerrón, ha dicho que va a apoyar al gabinete Vásquez, yendo en contra del dueño del partido. Al parecer, el nuevo ministro del Interior ha sido su asesor en el congreso.
Ojalá que mejore la gobernabilidad del país, por el bien de todos los peruanos.