En un contexto donde el desinterés político y la apatía ciudadana parecen predominar, los estudiantes de Sociología de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán (UNHEVAL) han demostrado que el cambio es posible desde las aulas. La organización de un debate académico con precandidatos al Congreso por parte de jóvenes universitarios no solo resalta su compromiso con la educación, sino también su voluntad de involucrar a la sociedad en la construcción de un proceso electoral más informado y participativo.
El evento, realizado en el Museo Regional Leoncio Prado, se destaca no solo por su carácter académico, sino por el impacto que busca generar en la población huanuqueña. Este espacio de reflexión, liderado por estudiantes del segundo año de Sociología, muestra la importancia de conectar los conocimientos adquiridos en el aula con las realidades y desafíos sociales. Su enfoque en fomentar un análisis crítico de las propuestas parlamentarias para el 2026 no solo enriquece su formación, sino que contribuye directamente al fortalecimiento de la democracia local.
Uno de los aspectos más valiosos de esta iniciativa es su capacidad de convocar a diversos actores políticos y sociales en un entorno neutral y abierto al diálogo. La presencia de figuras destacadas como el maestro Gustavo Urranivia Ramírez, el doctor Rodolfo Espinosa Ceballos y otros participantes permitió un intercambio plural de ideas, enriqueciendo el debate y ofreciendo a los ciudadanos una perspectiva más clara de las opciones electorales disponibles.
El liderazgo de Keny Venturo Valdivia y su equipo demuestra cómo el compromiso estudiantil puede romper la barrera de la apatía e inspirar a otros a tomar un papel activo en los procesos democráticos. Además, iniciativas como esta subrayan la importancia de que las universidades sean espacios no solo de aprendizaje académico, sino también de activismo ciudadano y responsabilidad social.
En un país donde la desconfianza en las instituciones políticas es alta, estas acciones lideradas por jóvenes universitarios son un recordatorio esperanzador del papel que las nuevas generaciones pueden desempeñar en la construcción de un futuro más participativo y transparente. Su ejemplo no solo debe aplaudirse, sino replicarse en otras casas de estudio y comunidades.
Que esta experiencia no sea un hecho aislado, sino el comienzo de un movimiento más amplio que inspire a la ciudadanía a involucrarse en las decisiones que definen su futuro. Los estudiantes de UNHEVAL han marcado un camino; es hora de que todos lo sigamos.