La Universidad Nacional de la Selva (UNAS) y la ciudad de Tingo María están de celebración por los 18 años del Jardín Botánico, un espacio de cinco hectáreas que destaca por su rica biodiversidad y que atrae a turistas y locales por igual.
Este jardín fue creado en 1967 como una unidad experimental con plantaciones de cacao y café. Luego, la Municipalidad Provincial de Leoncio Prado se encargó de su administración hasta que fue transferido a la UNAS. En 2006, el Jardín Botánico fue reconocido como una unidad académica en el área de biología, bajo la Facultad de Recursos Naturales Renovables. Aquí, los estudiantes realizan prácticas y proyectos de investigación.
A lo largo de los años, el jardín ha protegido 44 familias de especies forestales de la Amazonía peruana, entre ellas cedro, caoba y shihuahuaco, especies de alto valor económico y ecológico, protegidas por la CITES. Aunque no cuentan con un registro oficial, su conservación es prioritaria para la regeneración y uso sostenible de sus semillas.
Ubicado a cinco minutos del centro de Tingo María, el Jardín Botánico es considerado el «corazón» de la ciudad y un importante atractivo turístico, reconocido por el Mincetur. Las celebraciones de aniversario incluyeron capacitaciones y un concurso de pintura para niños, con el objetivo de fomentar la conservación y el amor por la naturaleza.