En medio del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) 2024, realizado en Lima, las manifestaciones contra el gobierno de Dina Boluarte captaron la atención de medios internacionales, incluida la prensa china, que destacó el fuerte descontento social y las críticas hacia la gestión de la mandataria. Según un informe de Alejandra López para La República, las protestas se dieron en paralelo a la visita de Xi Jinping y la inauguración del Megapuerto de Chancay, pero la atención global también se centró en el descontento de los peruanos.
“La acusan de ser una asesina”: protestas contra Boluarte en la agenda global
El medio chino Set.com subrayó las expresiones de los manifestantes, quienes calificaron a Dina Boluarte como “asesina” y “criminal”, reflejando la indignación generada por el manejo de las protestas y las denuncias de represión en años anteriores. En las pancartas y cánticos, los ciudadanos señalaron problemas de inseguridad, precariedad económica y corrupción en el actual gobierno.
La cobertura también resaltó episodios simbólicos como la quema de banderas de Estados Unidos y China, representando el rechazo a las inversiones extranjeras que, según los manifestantes, no han mejorado la calidad de vida de la población. “El rugido del pueblo peruano se escuchó en todo el mundo”, afirmó el reporte, que también destacó los violentos enfrentamientos entre manifestantes y más de 15,000 policías desplegados para garantizar el desarrollo de la cumbre.
Un contraste visible: el Perú de APEC y el de las calles
Oriana González, periodista de CGTN América, describió el contraste entre el lujo dentro del evento internacional y el clamor de las calles. “Se ve otro Perú, uno real y lleno de molestia”, reflexionó tras presenciar las manifestaciones. La reportera destacó la intensidad de los reclamos, señalando que las protestas lograron hacerse escuchar incluso en el marco de un foro global como APEC.
La eficacia simbólica de estas movilizaciones quedó evidenciada en momentos como el protagonizado por la banda de la Policía Nacional del Perú (PNP), que tocó huaynos para intentar contrarrestar el ruido de las protestas. Lejos de disuadirlos, los manifestantes bailaron al ritmo de la música mientras exhibían sus pancartas.
Impacto global y crítica interna
El despliegue de seguridad, que incluyó cierre de escuelas y trabajo remoto para evitar problemas logísticos, no impidió que el descontento de la ciudadanía se convirtiera en un tema central en la narrativa mediática global. Las críticas hacia Boluarte se suman a su desaprobación récord, que alcanzó el 94%, en medio de una crisis de legitimidad y una percepción de desconexión con las necesidades reales del país.