La economía global se enfrenta a un panorama sombrío. Las proyecciones económicas más recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipan un crecimiento más lento este año, acompañado de una inflación más elevada de lo que se había previsto anteriormente. Este ajuste a la baja, según se espera, reflejará las consecuencias a nivel mundial de la guerra comercial impulsada por Estados Unidos, que ha generado incertidumbre y disrupciones en las cadenas de suministro globales.
Según la investigación publicada por The New York Times, las proyecciones de crecimiento, que se divulgarán a principios de la próxima semana, ofrecerán la evaluación más clara hasta la fecha del impacto de las políticas económicas del expresidente Trump en la producción global. Desde que asumió el cargo, Trump implementó una amplia gama de aranceles a la mayoría de los socios comerciales de Estados Unidos, incrementando aún más los gravámenes sobre las importaciones provenientes de China, Canadá y México. Recordemos que, en 2024, el comercio global ya había mostrado signos de desaceleración, con un crecimiento del volumen comercial por debajo del promedio de la década anterior.
Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, advirtió en un discurso previo a las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial, que las nuevas proyecciones de crecimiento incluirán «notables rebajas, pero no recesión». Añadió, además, que también se observarán «aumentos en las previsiones de inflación para algunos países». Estas declaraciones se suman a un coro creciente de altos funcionarios económicos, incluidos los líderes de la Reserva Federal y el Banco Mundial, que han expresado su preocupación por el posible daño que las políticas de la administración Trump podrían causar.
En un contexto similar, el Banco Central Europeo (BCE) optó por reducir las tasas de interés, argumentando que «las perspectivas de crecimiento se han deteriorado debido a las crecientes tensiones comerciales». Esta decisión refleja la inquietud generalizada sobre los efectos negativos de las disputas comerciales en la actividad económica. Se estima que la incertidumbre generada por estas políticas ha frenado la inversión empresarial y ha afectado negativamente la confianza del consumidor.
Cabe destacar que, durante 2023, la Organización Mundial del Comercio (OMC) ya había señalado los riesgos de un aumento del proteccionismo para el sistema de comercio multilateral. La imposición de aranceles y otras barreras comerciales no solo afecta a los países directamente involucrados, sino que también tiene un impacto en la economía global en su conjunto, al reducir la eficiencia y aumentar los costos.
Aunque Georgieva fue cautelosa en su crítica a las políticas de la administración Trump, reconoció que estas han creado una gran incertidumbre para las empresas y están alterando las cadenas de suministro internacionales. No obstante, dejó clara su preocupación por los costos del proteccionismo, una postura que refleja el consenso entre muchos economistas sobre los beneficios del libre comercio para el crecimiento y el desarrollo.
