El doble azote de la canasta básica en Huánuco

La escalada desproporcionada de precios de productos esenciales está golpeando fuerte a los hogares, especialmente aquellos de menores recursos, en la región de Huánuco y más allá. Un kilo de limones que costaba 5 soles hace apenas unas semanas, ha llegado a un exorbitante precio de 20 soles, un incremento del 400%. Aunque ciertos factores como el fenómeno del Niño Costero y el cambio climático pudieran explicar una subida en los precios, lo que estamos presenciando parece ir más allá de lo razonable.

No obstante, la situación se torna aún más complicada cuando se nota una desigualdad evidente: mientras las remuneraciones siguen estancadas, los precios se han disparado de manera alarmante en los últimos dos años. Las autoridades hacen poco más que ofrecer declaraciones condescendientes. «Si no puedes permitirte ceviche, come arroz con pollo», aconseja el Ministro, como si el pollo no estuviera también fuera del alcance de muchos bolsillos.

Lamentablemente, el alza de precios no se limita a los alimentos. El GLP, esencial tanto para la movilidad como para la cocina en los hogares, también ha sufrido un notable incremento, pasando de 40 a más de 60 soles el balón en Huánuco. Esto inevitablemente conduce a un aumento en los costos de transporte y en los precios de otros bienes y servicios.

Si bien se pueden señalar diversas causas, desde el clima hasta el encarecimiento de los insumos, también debemos poner bajo el foco a aquellos que especulan con los precios. Hay indicios de que ciertos grupos de poder están aprovechando la situación para su propio beneficio, lo que resulta en una carga aún más pesada para las familias de bajos ingresos.

Esta situación es insostenible. La comunidad agrícola, que es el corazón de nuestra población, está padeciendo doblemente con la disminución de la producción y el alza en los precios de sus insumos. Además, esta crisis amenaza con reconfigurar nuestras tradiciones culinarias y prácticas cotidianas, ya que productos antes básicos como los limones y la cebolla se vuelven inaccesibles para muchas familias.

Es fundamental que las autoridades tomen medidas contundentes y efectivas para abordar tanto las causas subyacentes del incremento de precios como la especulación que lo exacerba. No es solo una cuestión de economía, sino una de dignidad humana y justicia social.