Entrevista al Dr. Efraín Esteban Churampi (*)
- ¿Cuál es la clave del desarrollo de la educación?
Considero que la economía es el motor del desarrollo educativo y social. Según como es la economía, así es la educación; para tal nivel de desarrollo económico, tal nivel de desarrollo educativo. Esto es así porque las necesidades biológicas (de vivienda, vestido, alimentación, etc., que son satisfechas con la producción) preceden a las otras necesidades. En tiempos de la caza y pesca la sociedad solo necesitaba una educación elemental; en una economía industrial se necesita una educación de muy alta calidad.
Es verdad que hay una interrelación entre economía y educación; pero el factor determinante es la economía. Toda sociedad requiere de demanda y oferta educativas.
Un alto nivel de desarrollo económico exige mayor nivel de demanda educativa, educación de mayor calidad, conocimientos más avanzados; a la vez, con mayor desarrollo económico el país puede brindar mayor y mejor oferta educativa, con más presupuesto para garantizar mejores medios educativos, mejores docentes, mayor calidad de investigaciones científicas y tecnológicas, etc.
Por ello, los países más desarrollados tienen una educación más desarrollada. Estados Unidos (durante décadas primera economía del mundo) tiene la mejor educación del mundo; China, que hace 3 décadas tenía una economía y una educación pobres, actualmente (como primera potencia mundial emergente) tiene una educación de muy alta calidad.
- ¿El Licenciamiento ha traído cambios significativos en las universidades?
Gran parte de las universidades del país han sido licenciadas; aunque la calidad del licenciamiento se mide por el número de observaciones, según resolución de la SUNEDU. ¿Ha mejorado sustancialmente la enseñanza y la investigación?
Claro que no. El licenciamiento supone haber cumplido con las condiciones básicas de calidad, como buenos planes educativos y de investigación, aulas adecuadas, laboratorios bien equipados, buenas bibliotecas, adecuados ambientes de docentes, buenos servicios universitarios, etc. De lo que se trata ahora es de dar el gran salto cualitativo: De las Condiciones Básicas de Calidad hacia la Calidad (que también servirá para renovar la licencia). Y eso es responsabilidad fundamental de cada universidad; de sus autoridades, docentes, estudiantes, egresados y administrativos.
Se trata de mejorar la formación profesional, la investigación científica, la proyección universitaria; de formar mejores profesionales capaces de contribuir al desarrollo nacional con más eficiencia.
- ¿Qué papel le corresponde al maestro universitario?
El papel del docente es fundamental en este proceso. Es importante la calidad de los alumnos ingresantes y la calidad de los medios educativos; pero, el factor maestro es decisivo. Los mejores docentes del Perú son seres que cumplen su responsabilidad con alma, corazón y vida; con pasión de maestros, con profundo amor por los estudiantes y por el país. La labor del docente universitario implica leer, sistematizar, analizar, redactar, exponer, debatir, investigar, generar valor agregado, publicar, siempre, constantemente. Todos los docentes universitarios deben ser geniales.
Einstein decía: “El genio se hace con 1% de talento y 99 % de trabajo duro”. Los maestros universitarios tienen talento; lo que falta es llegar a ese 99 % de trabajo duro, apasionado. ¿Cómo impulsar la labor de los maestros? Obviamente, hay que brindarles remuneraciones justas y medios educativos en mejora constante; adicionalmente, el publicar libros y dar conferencias contribuye a optimizar su trabajo.
En las aulas el maestro se somete al escrutinio de los alumnos; con libros publicados y conferencias dadas se somete al escrutinio colectivo, abierto; nacional e internacional. Ante estos retos el maestro leerá como nunca, para alcanzar el dominio de sus temas y ser cada vez mejor. Que el gobierno haga su trabajo con la economía; las universidades hagamos aún mejor lo nuestro.
- ¿Cómo operativizamos la educación por competencias?
La educación por competencias es algo del que todos hablan, pero que pocos comprenden y sobre todo muy pocos practican. Entre otros aspectos consiste en el desarrollo de capacidades en la formación profesional para un mejor desempeño laboral futuro. A mi juicio, operativizar la educación por competencias comprende: 1° EDUCACIÓN SEGÚN PERFIL PROFESIONAL. Cada carrera profesional tiene su perfil profesional. Todos los cursos deben contribuir a ese perfil profesional; de lo contrario no tendrían sentido. 2° EDUCACIÓN PRÁCTICA. Consiste en HACER APRENDIENDO, dónde hacer es el objetivo; aprender (saber), el medio. Las clases y las evaluaciones deben tener un gran peso práctico. La educación feudal (teorecista, memorística, irreflexiva, verticalista) debe quedar sepultada. El gran Sócrates decía: “Ser es hacer”; John Dewey sostenía que: “La enseñanza debe ser por la acción”. 3° EDUCACIÓN INSTRUCTIVA. El maestro debe ser un instructor que dé pautas para hacer. En ese proceso el maestro debe desarrollar el manual o texto instructivo del curso, para facilitar el proceso de hacer aprendiendo. Lev Vygotsky señalaba: “El maestro debe adoptar el papel de facilitador, no proveedor de contenido”. 4° EDUCACIÓN POR PRODUCTOS. Para coronar el proceso, el alumno debe lograr un producto, para demostrar que es capaz de hacer. El maestro que no crea valor agregado del saber es un mero repetidor de saberes; no motiva la creatividad del alumno. Jean Piaget consideraba: “La verdad entera debe ser conquistada, reconstruida o redescubierta por el propio alumno”; mientras que Paulo Freire sostenía: “Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas”.
Por ejemplo, en el curso de Proyectos de Inversión, el producto es un proyecto formulado; en el curso de Matemáticas, resolución de problemas aplicados a determinada carrera profesional; en el curso de Cultivos Tropicales, una parcela cultivada; en el curso de Tesis I, un proyecto de Tesis formulado; en el curso de Tesis II, el informe de Tesis. 5° PROMOVER EL AUTOAPRENDIZAJE. Más que la enseñanza del profesor se requiere el aprendizaje del estudiante.
El objetivo no es la enseñanza en sí, sino el aprendizaje. Sócrates también decía: “La educación es encender una llama, no llenar un recipiente”. La llama de la necesidad del saber. Entonces, el maestro deberá ser un buen motivador, que promueva el autoaprendizaje del alumno, mediante metodologías participativas. El resultado final debe ser formar mejores profesionales (enseñanza e investigación), mejores peruanos (proyección social) y mejores personas (formación integral), comprometidos con el desarrollo nacional. Coincido con Paulo Freire: “Lucho por una educación que nos enseñe a pensar y no por una educación que nos enseñe a obedecer”. Por una educación que nos enseñe a pensar y hacer.
(*) Doctor en Economía, Magíster en Economía, Magíster en Educación, EXRECTOR UNAS.
