El desafío climático de El Niño y El Niño Costero 

Cuando hablamos de «niños que castigan al Perú», no nos referimos a figuras del Congreso ni a quienes viven a expensas de los impuestos del pueblo. Nos referimos a los fenómenos climáticos conocidos como El Niño Global y El Niño Costero, cuyos efectos devastadores se harán sentir en distintas regiones del país, especialmente durante la temporada de verano.

Según el meteorólogo Rubén Levi, quien aborda el tema con gran rigor y conocimiento, debemos estar alerta. El fenómeno de El Niño podría alejar las lluvias de algunas regiones, afectando la producción de productos clave como el limón en el norte del país. Pero también advierte de un riesgo considerable de huaicos, particularmente en Piura y Cajamarca, y posiblemente en Huánuco, donde la vida y bienestar de aproximadamente 200 000 habitantes en las laderas de los cerros podrían estar en riesgo.

La responsabilidad de preparación y respuesta recae tanto en las autoridades locales como en el gobierno regional. Es imperativo que se realice una limpieza efectiva de los cauces de los huaicos y se establezcan medidas preventivas para minimizar el impacto de estos fenómenos climáticos.

Mientras El Niño Costero calienta las aguas costeras, afectando principalmente a la costa, El Niño global influye en las temperaturas del Pacífico central, impactando más áreas del país, incluyendo la Sierra Central y la Amazonía. A medida que el calentamiento global sigue su curso, el riesgo aumenta. La Cámara de Comercio de Piura ha reportado una caída del 90% en la producción, atribuida al fenómeno del Niño Costero, lo que resalta la urgencia de actuar ahora.

Con predicciones de una sequía en noviembre, seguida de una temporada de lluvias intensas, el país esta lejos de estar preparado para enfrentar estos desafíos. 

En resumen, estos «niños» climáticos no son para tomar a la ligera. El Niño y El Niño Costero tienen el potencial de infligir un daño considerable no solo en Perú sino en toda Sudamérica. Esperemos que la presidenta Boluarte y sus ministros empiezen a tomar seriamente el tema y se tome las acciones preventivas y coordinadas para mitigar los efectos devastadores de estos fenómenos climáticos. Estemos preparados.