EL ACTUAL RETO PARA UN GOBIERNO DE ENTRADA

Por: Denesy Palacios Jimenez

“La democracia es el proceso por el cual la gente elige al hombre que va a tener la culpa” (Bertrand Russell). La democracia no es más que una dictadura elegida por el pueblo, no nos engañemos (Bob Marley)
El contexto político actual nos abre los ojos, sobre un poder legislativo mayoritario, que al final tendrá que tomar grandes decisiones. Sin embargo a pesar de haber una minoría, es casi un tercio el que estará haciendo un papel fiscalizador; semejante proeza la de Barnechea cual ave fénix resucita a un Partido desde las cenizas y lo transforma en una fuerza electoral, que esperamos vele por nuestros intereses; pero creo que mayor mérito lo tiene Verónica Mendoza, cuando consigue ubicarse en un expectante tercer lugar, una mujer peruana joven con ideas muy claras, y un primer lugar ocupado por otra mujer, hechos nunca antes visto en la historia electoral del país; nos preocupa mucho la inversión hecha por los partidos o movimientos ganadores, quienes han desplegado un gasto millonario en campaña y se dice que “cuando un candidato gasta mucho dinero en una campaña no es político es mercantilista y como mercantilista solo pensara en sacar provecho personal, no en el pueblo no en la nación”.
Hablamos de un país que aún es elitista, y que sin embargo hemos despertado y debemos apostar por una nación pluricultural y multilingüe, donde nos interese de sobremanera la educación, la salud, el empleo, la seguridad social y donde no se permita que otros se lucren con nuestras pensiones tipo AFP, ellas nunca pierden con el dinero nuestro que lo negocian, solo nosotros perdemos, nos garantizaran poder recobrar nuestras aportaciones?
Un gran reto que se nos presenta es defender nuestros recursos naturales, los contratos que se hacen nos hacen recordar a la capitulación de Ayacucho habíamos ganado las batallas de Junín y Ayacucho, pero se les premio con todo a los vencidos, a costa de nosotros.
Es necesario que pensemos en un país de igualdad de oportunidades para todos los peruanos y peruanas, y donde solo se privilegie los méritos y la capacidad profesional, pues el Perú vive un momento crucial. Por un lado, enfrenta el fin del auge económico que experimentó gracias a los altos precios de las materias primas, que lo llevó a crecer en promedio alrededor del 6% anual entre 2005 y 2013. Por el otro, está a puertas de un proceso electoral que determinará quién gobernará el país hasta 2021. Las apuestas del nuevo gobierno serán claves para reactivar la economía, así como también para impulsar la equidad y la inclusión social, elementos fundamentales de un crecimiento sostenible.
Y es que hasta que no se enfrente el problema de la desigualdad y sus múltiples expresiones, el crecimiento sostenible será solo una ilusión. La desigualdad, entendida como aquellas diferencias injustificadas e injustas en el acceso a recursos y oportunidades, excluye a millones de peruanas y peruanos que viven con derechos recortados. Desigualdad es la niña o el niño de una zona rural que no recibe educación de calidad. Desigualdad es la trabajadora que, pese a su buen desempeño y esfuerzo, percibe menos que sus colegas hombres. Desigualdad es el pequeño contribuyente que soporta una pesada carga, mientras sectores privilegiados disfrutan de dispensas y exoneraciones. Todas estas situaciones expresan la desigualdad en el día a día.
Estas brechas y barreras nos dividen e impiden que construyamos el país justo e integrado donde aspiramos a vivir. Por ello, desde una perspectiva de lucha contra la desigualdad, Oxfam en Perú quiere llamar la atención sobre cinco puntos que considera prioritarios para la agenda del próximo gobierno: defender la inversión en las personas, avanzar en la justicia fiscal, promover un empleo digno, impulsar el desarrollo rural y fortalecer la gobernanza ambiental. Si logramos reducir la desigualdad en estos y otros temas, iniciaremos en 2021 nuestro tercer siglo de vida como un país mejor. (**)
Por años escuchamos que esta vez sería diferente y que el país había despegado: crecimiento económico continuo, ingresos crecientes, crédito barato, baja inflación. En suma, un escenario favorable, celebrado con declaraciones triunfalistas de quienes se encargaban de las políticas públicas. El éxito del “modelo” ocupó titulares, y Perú fue señalado como un ejemplo de crecimiento y prosperidad para la región. Hoy sabemos que se nos presenta como un gran reto demandado por el interior del país, por las mujeres, los jóvenes y los jóvenes mayores, porque el escenario ha cambiado y el auge ha llegado a su fin.
El modelo económico basado en la exportación de materias primas ha mostrado sus limitaciones. Se prevé que durante el resto de la presente década los precios del oro, cobre y demás exportaciones mineras permanecerán en niveles modestos. Así, los próximos años estarán caracterizados por la incertidumbre económica y el ajuste fiscal. Las medidas que el Gobierno de Ollanta Humala implementó desde 2013 para dinamizar la economía, como la Ley 30230, conocida como el ‘paquetazo ambiental’, o la reducción del impuesto a la renta para las grandes empresas, han debilitado las exigencias de la normatividad socioambiental y generado una considerable factura fiscal, lo que podría agravar los problemas de la desigualdad extrema en el país.(**)Que les parece?
Gracias y Buenos días
(*) Profesora Principal Facultad de Ciencias Sociales – UNHEVAL
(**)Documento de trabajo N°2 feb 2016, de OXFAM Agenda contra la desigualdad: Cinco Temas críticos para cerrar las brechas.