Nuestro país atraviesa una recesión económica como consecuencia de la inestabilidad política generada por el conflicto entre el Ejecutivo y el Legislativo. El primero se ha ganado la aversión del 80 % de la población, quienes exigen al presidente Vizcarra adelanto de elecciones; mientras que el segundo, a pesar de tener apoyo del pueblo, parece continuar en campaña política, y hace poco realmente para solucionar los grandes problemas del país.
Como muestra, la situación de la salud de los peruanos es cada vez más crítica. Tanto en la capital como en provincias podemos apreciar grandes y graves deficiencias en los servicios de salud. Esto no es algo nuevo y se viene arrastrando desde hace décadas.
Definitivamente, la corrupción y los corruptos han jugado un papel importante en esto. Interesantemente, Salud es uno de los sectores que mayor presupuesto recibe a nivel nacional, sin embargo, año tras año no refleja ninguna mejoría. Peor aún, cuando la gran parte del presupuesto se va en gastos administrativos, o sea en sueldos.
A nivel nacional fallecieron más de 160 bebés prematuros por falta de equipamiento especializado y especialistas. Según entendidos, la gran mayoría de ellos pudieron ser salvados.
En el caso de Huánuco, hasta la fecha han fallecido 19 bebés y a nivel departamental se ha llegado a 60. Una cifra aterradora. Son muchos los factores de la muerte de estos neonatos, como también de bebés bien formados; el factor alimenticio, de las madres especialmente de las zonas rurales, es uno de ellos. Por otro lado, la falta de incubadoras, espacios suficientes y especialistas, como el caso del Hospital Regional Hermilio Valdizán, y ni qué decir de la falta de medicamentos que es un mal nacional por el ineficiente sistema de compras que se maneja.
Son vicios y problemas que venimos arrastrando por décadas y al paso que vamos, es muy probable que sigamos conviviendo con ellos. Esta coyuntura de crisis política, social y económica, hace mucho más vulnerable a la población en la parte económica. La inseguridad laboral y social aumenta, al igual que la pobreza. Mientras que la pelea entre el Congreso y el Gobierno continúe, nuestra inestabilidad continuará.