Por primera vez en la historia, las fiestas navideñas no serán celebradas de la manera tradicional de Huánuco. La fiesta más grande de la región también se ha visto afectada por la pandemia. Las familias, niños y calles no podrán, esta vez, deleitarse y siguetear a las Cofradías de Negritos.
El costo de esta pandemia no solo ha sido económico, sino también ha robado la vida a algunos integrantes de cofradías. Es por ello importante tomar mayor conciencia de las consecuencias de este virus. Es entendible que el realizar cualquier fiesta de negritos sería irresponsable e imprudente, por decir lo menos. La realización de tamaña fiesta, ciertamente podría generar considerables focos de contagio.
Saludamos dicha decisión. Priorizó la responsabilidad y la empatía. La municipalidad provincial y los representantes de 45 cofradías vieron por conveniente suspender la fiesta de los Negritos para evitar correr riesgos de contagios de la COVID-19.
Para los que amamos esta tierra y hemos crecido viendo y participando de esta fiesta, es una gran pena. Sin embargo, entendemos que primó la razón y la responsabilidad.
Es importante ahora estar concentrados en la realidad y futuro inmediato que nos espera. Los casos de COVID siguen en aumento, y mucho se habla de que si podría haber una segunda ola o que ésta ya no sería de la magnitud de la primera. La realidad de las cosas es que nadie sabe a ciencia cierta, todo es especulación. Lo cierto es que nada bueno se podría esperar de cualquier escenario, ya que el virus podría seguir causando mucho daño.
No esperemos que los nuestros sean afectados para todavía tomar un poco más de conciencia.