Editorial. Expo Café 2018

Cuenta la rica historia del Perú y específicamente de Huánuco, que nuestro máximo héroe, coronel Leoncio Prado Gutiérrez, luego de caer herido en un enfrentamiento con los invasores chilenos y antes de ser fusilado, su último deseo fue saborear una taza de café, bebida que consumimos desde nuestros ancestros.
La gran mayoría de los huanuqueños disfrutan por las mañanas o en las tardes de, al menos, un aromático café acompañado de los ricos y variados panes. Este bendito grano proviene de nuestra selva, de las provincias de Pachitea, Leoncio Prado o Huamalíes, así como el conocido café de huerta que producen nuestros distritos aledaños a la ciudad de Huánuco como Churubamba, Santa María del Valle, Chinchao, Tomaykichwa, Ambo y Huácar, en esta última se produce en poca escala. Qué bueno sería que se establezcan plantaciones a gran escala para la exportación. Huánuco se convertiría en el mayor exportador porque nuestro café es considerado uno de los mejores del país.
Precisamente, ayer se inició la feria del café denominada Expo Café, en la ciudad de Lima, a cuyo evento acuden 15 representantes de diferentes lugares de país, donde se pueden encontrar los mejores productos y demostrar al país y al mundo que tenemos un café de calidad, gracias al trabajo permanente, a la labor de cultivarlo con cuidado y perseverancia.
El café huanuqueño fue por muchos años exportado hacia el extranjero en granos, en producto bruto para retornar con valor agregado, tostado, molido y envasado y con otro nombre. Hoy el consumo de este delicioso y aromático producto regional ocupa un lugar privilegiado en el mercado nacional, incluso dentro de la ciudad han surgido negocios en los que se puede saborear a cualquier hora el rico café.
Además, existen cooperativas que de alguna manera han iniciado el cultivo masivo como un producto alternativo a la coca; ejemplo, en el valle del Monzón, se cultiva en grandes dimensiones y se procesa, además que tienen una cadena de locales para degustar este exquisito producto departamental.
A tomar café, por sus propiedades, por su sabor y por la tradición.