EDITORIAL. En riesgo de perder nuestro bagaje cultural

El valle del Pillco, prodigioso por su clima y agricultura, fue elegido como una de las principales moradas de los españoles. Estos construyeron muchas iglesias en el siglo XVI para evangelizar a los nativos. Una de estas iglesias fue la de San Francisco, construida en el año 1560 por frailes franciscanos. 

Independientemente de la fe, estos templos representan la historia de Huánuco. Albergan siglos de tradiciones, cultura y hasta secretos. Hablamos de 500 años de vida de estos templos que se han ido deteriorando y pocos han recibido el cuidado apropiado, y en algunos casos hasta han desaparecido.

Por ejemplo, la primera en desaparecer fue la iglesia San Marcos, que se ubicaba en las esquinas de Dos de Mayo y Constitución. Fue demolida y convertida en un penal. En la primera mitad del siglo XX se derrumbó la iglesia de San Juan, ubicada en la cuadra tres del jirón Leoncio Prado, en el barrio de San Juan, luego en la década del 60 la iglesia Catedral fue demolida por presentar daños y fallas en sus paredes y las cúpulas. Lejos de restaurarla, como en otras ciudades lo hacen para ofrecer a los turistas como atractivo, en su lugar fue construida la que hoy tenemos en la Plaza Mayor.

Hace 10 años se desplomó la torre de la iglesia San Cristóbal, considerada la más antigua de la ciudad, edificada en la colonia, con adobones. El templo resultó con sus paredes dañadas y pese a ello sigue atendiendo a los vecinos católicos. También desde hace 3 años la hermosa torre del templo de La Merced está apuntalada, con el alto riesgo de venirse abajo; y, a consecuencia del fuerte temblor del 26 de mayo, sus paredes laterales quedaron afectadas, por lo que las autoridades están poniendo en sobre aviso a los feligreses para que tengan cuidado. 

Con el temblor también quedó afectada la iglesia San Francisco. Luego de evaluaciones técnicas de especialistas y ante el alto riesgo de desplomarse, las autoridades han exhortado su cierre. Los hermanos capuchinos piden comprensión a los miles de feligreses y comunican que sus ceremonias las realizarán en su local ubicado en el jr. San Martín, cerca al templo. En la medida que los amigos colaboren con la refacción del Altar Mayor, continuará con sus prácticas religiosas.