Dolor en sepelio de víctimas del accidente de Lucmapata

Cargados en hombros de sus amigos, familiares y colegas, los féretros conteniendo restos del jefe de la agencia agraria de Margos, Ing. Sebastián Cornejo Santiago (65) y del brigadier de la policía Teófilo René Villano Quispe (49), ayer, fueron sacados en horarios diferentes de la Casa del Maestro para ser subidos a la carroza que los trasladó hasta su última morada.
El primer cortejo fúnebre en llegar al cementerio Jardines de la Esperanza para la misa de cuerpo presente, fue el de Cornejo Santiago, cuyos familiares vestidos de negro lloraban porque era la última vez que lo verían. Ellos lamentaron la temprana partida de su ser querido y pidieron que las autoridades sancionen al chofer que provocó el accidente cegando la vida de cuatro personas.
Al otro lado del cementerio, la viuda de Villano Quispe, recibía de manos del encargado de la Quinta Macrorregión Policial, coronel José Rodas Terrones, el quepí del agente que murió en acción de servicio.
Sus colegas recordaron al brigadier caído como un buen policía, amigo y padre de familia. Pidieron que el Estado no abandone a su esposa e hijos.