Por: Denesy Palacios Jiménez
“El violento desenlace de la huelga de Chicago de 1886 que reivindicaba la jornada laboral de 8 horas fue el origen del Día del Trabajador que hoy se celebra”
Ocho horas para trabajar, ocho horas para dormir y ocho horas para la casa” reivindicaban los miles de obreros que el 1 de mayo de 1886 comenzaron una huelga en las fábricas de Chicago para exigir a los patronos una jornada laboral de 8 horas”, que lógicamente cobró muchas vidas, porque aquello no cayó del cielo, ni del grado de conciencia de los patronos, fueron largas jornadas de lucha de los sindicalistas y trabajadores que nos precedieron, y que hoy parecemos olvidar, prueba de ello es que se vulnera los derechos de los trabajadores con una facilidad increíble, quien sabe a nivel mundial, el conflicto alcanzó su punto más álgido el cuatro de mayo, cuando se produjo la conocida como “Revuelta de Haymarket”.
Curiosamente los estadounidenses no celebran esta conmemoración, en su lugar celebran el “Labor Day”, en el primer lunes del mes de septiembre; Fue esta una decisión del Presidente Cleveland, en 1882, temiendo que de hacerlo el primero de mayo se reforzaría el movimiento socialista en Estados Unidos. «La voz que van a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora», dijo August Spies, uno de los llamados «mártires de Chicago», momentos antes de su ejecución.
La economía Peruana nos dice que de cada diez trabajadores siete son informales. En el Perú las jornadas siguen siendo mayores y por un sueldo mínimo que no logra satisfacer ni siquiera la canasta básica familiar.
Esta lucha emprendida en el Perú se inicia en 1896, durante el segundo gobierno de Nicolás de Piérola, cuando el primer Congreso Provincial Obrero reclamaba el establececimiento de 10 horas de trabajo, y el descanso los días domingos; luego en 1904, los panaderos se organizan en el Sindicato “La Estrella del Perú” y junto con los obreros portuarios reclamaban una jornada de 8 horas, dicha preocupación se plasmó en la Tesis de Luis Miro Quesada de la Guerra “La cuestión Obrera en el Perú”, y se inicia el debate en el Congreso. En 1905 durante el gobierno de José Pardo y Barreda, el movimiento obrero establece el 1 de mayo como “Día del Trabajo”. En 1911 en el gobernó de Leguía se promulga la Ley de accidentes de Trabajo, y en 1912 se produce una gran huelga de los trabajadores de las haciendas azucareras de Casa Grande, Roma, Chiclin y Cartavio, y fue en 1913 en el gobierno de Guillermo Billinghurst en que se establece la jornada de 8 horas, para los trabajadores del muelle y Dársena del Callao, además reglamentó las huelgas. Siendo recién en 1919 en que se consigue la Ley General de 8 horas de trabajo, destacando como mediador el dirigente estudiantil Víctor Raúl Haya de la Torre.
Sin embargo, hoy vemos como se maltrata a los trabajadores, a las mujeres si salen embarazadas, con despidos intempestivos, con pensiones miserables, y a los docentes universitarios con sueldos que no garantizan calidad educativa, y en la UNHEVAL, una de las pocas universidades peruanas que ha despedido a docentes principales, cesándolos por alcanzar los 70 años, y peor aún, ni siquiera se nos da la famosa canasta como trabajadores, obtenido por luchas; solo porque quienes están en el poder no toman en cuenta el camino recorrido por los trabajadores; y ahora aspiran al gobierno regional como el mar, Dios nos libre del niño costero en nuestra región.
(*) Profesora Principal Facultad de Ciencias Sociales – UNHEVAL