Detienen a monstruo buscado por masacre de 22 personas en Queropata 

Después de más de dos décadas de búsqueda, un avance significativo se ha logrado en uno de los casos más atroces y conmovedores en la historia reciente. Timoteo Ayala Celestino, de 68 años, ha sido detenido en relación con la masacre que se cobró la vida de 22 personas, incluyendo 15 menores, en un evento que sacudió a la nación por su brutalidad y alcance.

Este caso se remonta al 3 de enero del 2000, cuando un grupo de delincuentes armados y enmascarados irrumpió en la casa de la familia Caqui Bezares en Queropata, distrito de Chavin de Pariarca, en Huamalíes.

En un acto de violencia sin precedentes, ataron y ejecutaron a varios miembros de la familia, incluyendo niños. Un niño de ocho años, sobrevivió milagrosamente, escondiéndose entre los cuerpos de sus hermanos.

Horas más tarde, los mismos delincuentes atacaron otra residencia, donde asesinaron a varios miembros de la familia Palacios Caqui. La masacre fue tan extensa que incluyó a víctimas de tan solo un año de edad.

Las investigaciones indicaron que el motivo detrás de esta tragedia fue un acto de venganza relacionado con disputas de tierras entre las familias Amante Valverde y Caqui Bezares. Un asesinato previo, el de Teófila Valverde Bezares en 1999, fue citado como un posible catalizador de estos eventos.

En los días posteriores a la masacre, la policía logró detener a varios sospechosos, incluyendo a varios miembros de la familia Amante Valverde. Sin embargo, la captura de Celestino marca un momento crucial, ya que él había sido declarado reo ausente y estaba en la lista de los más buscados del Ministerio del Interior.

A lo largo de los años, el proceso judicial ha visto sentencias, apelaciones y nuevos juicios. Algunos acusados han sido absueltos, mientras que otros, como Celestino, siguieron siendo buscados por las autoridades.

La captura de Celestino no solo representa un cierre significativo para este capítulo oscuro, sino que también demuestra la perseverancia y el compromiso de las autoridades en buscar justicia, incluso décadas después del crimen. Este caso, que ha dejado una huella indeleble en la memoria colectiva, se acerca ahora a una conclusión, ofreciendo un atisbo de justicia para las familias afectadas por esta tragedia.